jueves, 25 de noviembre de 2010

Aprendizaje y patologías del desarrollo:


Por  ÁLVAREZ, MARÍA SOL Y LIGORRIA, ANALÍA
Aprendizaje y patologías del desarrollo:

Introducción:
Para comenzar con este tema de estudio,  consideramos relevante mencionar los conceptos de desarrollo y aprendizaje, como así también la relación que existe entre estos dos conceptos. Para esto tomaremos las ideas de dos autores que han contribuido en nuestro campo, Piaget y Vigotsky.
Según el primero de estos autores, su teoría de desarrollo humano (Inteligencia percepción, memoria, función simbólica juego e imitación, juicio moral, etc.)  se inspira en un modelo organicista,  que considera la individuo como dotado de una organización intrínseca que le permite una interacción activa y adaptativa con su entorno y a su vez produce  transformaciones en sus propia organización y estructura. [1]
Es decir que para Jean Piaget, los niños construyen activamente su mundo al interactuar con él. Por lo anterior, este autor pone énfasis en el rol de la acción en el proceso de aprendizaje.
Vigotsky Plantea una relación donde ambos se influyen mutuamente. La relación entre aprendizaje y desarrollo se puede plantear en los siguientes términos: ¿Cómo hacer que los aprendizajes se transformen en procesos de desarrollo? La educación no es un proceso que culmina con el aprendizaje; va más allá, considera los desarrollos. Los aprendizajes conducen a los procesos de desarrollo, el desarrollo va a remolque del aprendizaje. En otras palabras, el aprendizaje va delante del desarrollo: "La noción de una zona de desarrollo próximo nos ayuda a presentar una nueva formula, a saber, que el buen aprendizaje es sólo aquel que precede al desarrollo". [2]
Entonces podemos señalar que Vigotsky, por su parte, considera el aprendizaje como uno de los mecanismos fundamentales del desarrollo. En su opinión, la mejor enseñanza es la que se adelanta al desarrollo. En el modelo de aprendizaje que aporta, el contexto ocupa un lugar central. La interacción social se convierte en el motor del desarrollo. Aprendizaje y desarrollo son dos procesos que interactúan.
Piaget establece que los procesos del desarrollo del niño son independientes del aprendizaje mientras que Vigotsky establece que el aprendizaje precede al desarrollo.
Nos preguntamos  ¿Qué ocurre con el aprendizaje  cuando existen patologías del desarrollo? ¿Cuáles son esas patologías? ¿Con qué limitaciones en el aprendizaje se encuentra? ¿Qué intervenciones psicopedagógicas pueden favorecer el aprendizaje y el desarrollo?

Los problemas de aprendizaje y las patologías del desarrollo:

Considerando el desarrollo como conjunto de cambios en la persona y en la conducta que la hacen más adaptada mediatizado por la interacción social, se entenderá por trastorno de desarrollo aquella alteración, disfunción o  dificultad en general del funcionamiento intelectual general y de la conducta adaptativa de una persona, que conlleva la necesidad de elementos de apoyo y recursos en el contexto donde se desenvuelve.[3]
Considerando lo anterior,  los trastornos del desarrollo, pueden expresar las siguientes características:
·  Tienen su origen en la infancia o en la adolescencia.
·  Se dan dificultades varias en las capacidades, las habilidades, los conocimientos, etcétera.
·  Su intervención psicoeducativa deberá contar con recursos y apoyo, de carácter extraordinario a lo habitual en los centros educativos. En consecuencia, son sujetos de necesidades educativas especiales o de compensación educativa.
·  En lo social tendrán necesidad de apoyos o redes de ayuda, buscando la adaptación a sus contextos.
Tratando de observar una estructura de conjunto, podría hacerse una clasificación de los trastornos, siguiendo al DSM-IV[4].
Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia:
De mayor afectación intelectual y/o de adaptación:
Retraso mental.
Trastornos de la comunicación.
Trastornos generalizados del desarrollo.
Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador.
Deficiencia sensorial auditiva.
Deficiencia sensorial visual.
Deficiencia motórica.
Trastornos mentales debidos a enfermedad médica.
De menor afectación intelectual y/o de adaptación:
Trastornos de aprendizaje.
Trastorno de habilidades motoras.
Trastornos de la eliminación.
Trastornos de la ingestión y de la conducta alimentaria de la infancia.
Trastornos de tics.                                                  
Otros: Ansiedad por separación.
 Mutismo selectivo.
 Trastorno reactivo de la vinculación.
Trastornos inducidos por el uso de sustancias

 Patologías,  dificultades en el aprendizaje y sus respectivas intervenciones:
Abordaremos algunas de las patologías mencionados DSM-IV, considerando aquellas susceptibles de intervención psicopedagógica.
Retardo mental: Condición de tensión o desarrollo incompleto de la mente, caracterizado por el deterioro de las capacidades  cognoscitivas, del lenguaje, motoras y sociales. La  clasificación  norteamericana  lo define  como  la  capacidad intelectual general por debajo del promedio que se acompaña de un déficit o deterioro significativo de la capacidad adaptativa. Funcionamiento general, subnormal de carácter irreversible, centrado   en  la  capacidad   intelectual,   con alteraciones en la maduración[5]
A continuación resumimos algunas de las dificultades de aprendizaje que presentan los sujetos con esta patología.
  • Las perturbaciones en uno o más procesos de asimilación, afectándose el proceso de la información.
  • Se pueden encontrar afectaciones en la memoria a largo y corto plazo.
  • Tienen baja productividad en el pensamiento lógico y en la memoria           lógica.
  • Lentitud para establecer relación entre distintos estímulos como elementos auxiliadores del proceso de memorización.
  • Situación frustrante provocando fracaso escolar.
  • Desajustes emocionales inestables hacia la actividad escolar.
  • Tienen tendencia al poco control de impulso.
  • Llegan al nivel de  pensamiento pre-operartorio  u operatorio concreto.
Las dificultades en el aprendizaje que se presenten dependerá del grado de retraso metal que presente el niño.
 Los apoyos pueden provenir de diferentes fuentes personales, habilidades, competencias especificas del sujeto, otras personas (familiares, amigos y compañeros) y tecnológicos (ayuda técnica). Que las propuestas de actividades para construir el aprendizaje se  base en las potencialidades. Mantener altas expectativas acerca de los posibles logros, experiencias de aprendizajes ricas y variadas. Flexibilidad en sus horarios y actividades para adaptarlas a su ritmo de producción. En el aspecto social, seria importante generar sentimientos de aceptación al grupo de clase, que su opinión y trabajo sean tenidos en cuenta. Ficha de psicopatología
Trastorno en la comunicación:
 Los trastornos en la comunicación consisten en: comprensión del lenguaje (estructuras lingüísticas), expresión (estructura y longitud de las declaraciones) y razonamiento lógico. La atención auditiva (pérdida del hilo de la conversación, falta de habilidad para oír en medio de una muchedumbre, (distractibilidad), la discriminación (distinguir sonidos similares), y la memoria (habilidad para repetir secuencias de palabras o dígitos) pueden valorarse a través de los tests neuropsicológicos.[6]
 El tratamiento incluye intervenciones educacionales y conductuales, así como el tratamiento de problemas médicos (oído), lesiones neurológicas y psiquiátricas concomitantes.
 Resulta especialmente útil promover la implicación social, la imitación y el juego imaginativo como medios de aumentar el ejercicio verbal, comunicativo y simbólico. El tratamiento de los trastornos de la comunicación son específicos de cada subtipo de trastorno y hay que basarse en las características que se hayan obtenido en la evaluación de cada sujeto.
T.G.D.:
Actualmente se utiliza para designar no solo el autismo infantil sino otros trastornos con deficit de comunicación social; problemas del lenguaje y de conducta.
Referirse a trastornos generalizado del desarrollo implica que estamos en presencia de un cuadro que afecta simultáneamente a más de una línea del desarrollo, por ejemplo a alteraciones del desarrollo del lenguaje y en el desarrollo social, al mismo tiempo.
Aunque el trastorno sea generalizado, puede haber áreas de funcionamiento normal.
El DSM IV (1994) incluye en este apartado los trastornos de autismo, TGD no especificado, trastorno de Asperger, Rett, de Williams, desintegrativo infantil. [7]
Las intervenciones van a depender de cada trastorno en particular y a su vez del grado en que se presenten los mismos.
A continuación desarrollamos brevemente los diferentes tipos de trastornos que engloba el TGD:
Autismo y Trastorno del Desarrollo no especificado: constituyen alteraciones del desarrollo infantil, que comparten muchas de las mismas características. Ambas son evidentes generalmente antes de los tres años de edad, y afectan la habilidad del niño en las áreas de comunicación, comprensión del lenguaje, juego, y su relación con otros. [8]
El diagnóstico temprano y los programas educacionales adecuados son muy importantes para los niños con autismo y/o TEA. A partir de los tres años, pueden ser incorporados a un programa educacional apropiado a sus necesidades individuales, que facilitan la adquisición de conductas de integración social, ya aquellas destrezas necesarias para la vida diaria.
Trastorno de Asperger, este trastorno hace referencia a la presencia de déficit sensorial en los niños y adolescentes, que poseen un funcionamiento cognitivo elevado, y un desarrollo inicial del lenguaje aparentemente normal. Presenta un deterioro en clínicamente significativo de la actividad social laboral y otras áreas importantes de la actividad del individuo. [9]
Potenciar el desarrollo socioemocional y comunicativo adaptado a los diferentes contextos en que se desenvuelve la persona. Se trata de dar prioridad al aprendizaje de habilidades conversacionales (funciones comunicativas variadas, toma de turnos, atención al otro, responder adecuadamente, centrarse en un tema...) y sociales (tomar iniciativas de relación, aumentar la comprensión social, resolver conflictos interpersonales...).
Desarrollar el sentido de la identidad y la autoestima. Este es un aspecto clave para la autodeterminación. Las personas con Asperger necesitan apoyos educativos, psicológicos y sociales para construir su identidad, estimular las potencialidades, desarrollar su perfil específico de fortalezas y debilidades, y consecuentemente lograr la aceptación y la adaptación.
Ampliar la flexibilidad cognitiva y estimular la actividad funcional y la independencia.
Favorecer el rendimiento escolar, la adquisición de hábitos de estudio y estrategias de aprendizaje adecuadas.
Síndrome de Rett: Es un trastorno del sistema nervioso que lleva a una regresión en el desarrollo, especialmente en las áreas del lenguaje expresivo y el uso de las manos. Afecta la gran mayoría de las veces a sujetos del sexo femenino. [10]
Se recomienda la terapia física para prevenir la rigidez y estimular la movilidad. La músico terapia fue utilizada con aparente éxito y se la considera un medio de comunicación.
Se utilizan diferentes aparatos ortopédicos  para tratar la marcha en puntas de pie y la escoliosis y el retorcimiento de las manos. La hidroterapia o el hidromasaje se consideran útiles también. [11]
Williams:
Es una enfermedad de causa desconocida caracterizada por retardo mental, apariencia facial inusual, y frecuentes anomalías cardíacas.
La fisioterapia ayuda a los pacientes que presentan rigidez articular. Asimismo, la terapia del lenguaje y del desarrollo también puede ayudar a estos niños; por ejemplo, sus fortalezas verbales pueden ayudar a compensar otras debilidades. Otros tratamientos se basan en los síntomas del paciente[12]
Trastorno desintegrativo infantil:
El trastorno desintegrativo de la infancia se caracteriza por una marcada regresión en varias áreas de funcionamiento, después de al menos, dos años de desarrollo normal. Se conoce también como
Síndrome de Hedller y psicosis desintegrativa, describiéndose como un deterioro a lo largo de varios meses de funcionamiento intelectual, social y lingüístico en niños de 3 y 4 años con funciones previas normales.[13]
Se recomiendan las mismas técnicas terapéuticas que en el caso del autismo.

Trastornos disatencionales con o sin hiperactividad:
El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA-H) es un trastorno neurobiológico complejo y aún insuficientemente conocido.
 El núcleo principal del trastorno consiste en una incapacidad para mantener unos niveles de atención de calidad suficiente para la realización de las tareas académicas, hasta el punto de causar un deterioro en el seguimiento escolar. Se trata de un trastorno que, con elevada frecuencia, se asocia a otras patologías comórbidas que conviene conocer. Ya que no existen pruebas específicas para su diagnóstico, va a ser fundamental la elaboración de un diagnóstico diferencial afinado. [14]
El tratamiento requiere una aproximación multidisciplinar. El tratamiento farmacológico de elección es el metilfenidato, que se ha mostrado eficaz en el aumento de los niveles de atención, así como en el control de la conducta impulsiva y del exceso de movimiento.

Deficiencia sensorial auditiva:
Disminución  de la percepción auditiva, se presentan con diferentes intensidad (Leve, grave y profunda). El principal síntoma de la sordera es la falta de desarrollo del lenguaje a la edad adecuada. Problemas de comunicación son evidentes.
La educación especial brinda distintos modos o alternativas, para lograr el objetivo de comunicación. [15]
Se puede mencionar 5 categorías de intervenciones: Métodos aurales (exclusivamente método acústico, apoyado exclusivamente en el tratamiento de la audición residual del niño), Oralismo puro (uso temprano de la prótesis y su entrenamiento auditivo, constante y sostenido, también lectura labial, estimulo visuales, uso de tacto y percepción), Métodos intermedios (  Rochester),  Métodos manuales (lenguaje americano de señas, lenguaje argentino de gestos) y Métodos totales (Lectura labial, entrenamiento auditivo).

Deficiencia sensorial visual:
 Se interpreta la perdida de un modo absoluto (ceguera total) o de un modo parcial (ceguera legal)  de la visión.
Según Lowenfeld, Wills y Foolke  las influencias son: restricción en el desarrollo, comprensión más tardía y diferente del mundo. Como así también disminución de las experiencias y relaciones con el entorno.[16]
Las experiencias educativas tienen lugar en el aula las mayoría son  de naturaleza visual, a partir de esto se podría decir que el niño percibe el ambiente como fragmentado, limitado, discontinuo, no tiene  para el la misma función estimulante que para el niño visualmente normal.
Se recomienda trabajar con las características de casa alumno, realizar adaptaciones curriculares. Como así también adaptaciones de los aspectos organizativos y espaciales, organización de elementos, materiales. Dar lugar a materiales didácticos (textos braille, hablado), recursos técnicos, ópticos (auxiliares ópticos).

Trastornos mentales debidos a enfermedad médica.
El DSM-IV elimina el término orgánico y distingue los trastornos mentales debidos a enfermedad médica de los trastornos inducidos por sustancias y de los que no tienen una etiología especificada. El término trastorno mental primario se utiliza para denominar de una manera abreviada los trastornos mentales no debidos a enfermedad médica y no inducidos por sustancias[17].
En esta sección se incluyen la descripción y los criterios diagnósticos de estos trastornos
(p. ej., trastorno catatónico debido a enfermedad médica, cambio de personalidad debido a enfermedad médica y trastorno mental no especificado debido a enfermedad médica).

Tratarnos de aprendizaje
El DSM-IV contempla como trastornos del aprendizaje una serie de dificultades en el aprendizaje de las habilidades académicas, particularmente lectura, cálculo y expresión escrita. Las deficiencias evolutivas en la adquisición o ejecución de habilidades específicas se suelen hacer evidentes en la niñez, pero con frecuencia tienen consecuencias importantes en el funcionamiento posterior. Estos trastornos suelen ocurrir en combinación, y con frecuencia comórbidamente con otros trastornos psiquiátricos tanto en el individuo como en las familias y en la práctica, los niños con estos trastornos de aprendizaje son descubiertos de forma secundaria. [18]
Trastornos de eliminación:
Encopresis funcional
Este trastorno de la eliminación consiste en la evacuación de las heces en lugares inapropiados, tanto si es involuntario como intencionado. Este patrón conductual debe estar presente al menos durante tres meses y la edad evolutiva del niño no debe ser inferior a 4 años.
Enuresis funcional
Se define como el vaciado repetido de orina en lugares inapropiados, tanto si el vaciado es involuntario como intencionado. La enuresis funcional se diagnostica cuando la frecuencia de la incontinencia urinaria, sin explicación médica, sobrepasa las pautas evolutivas, es molesta o interfiere con las actividades cotidianas. El control de la vejiga de la orina se alcanza normalmente a los 3 o 4 años. [19]

Trastornos de la ingestión y de la conducta alimentaria de la infancia
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) se caracterizan por una alteración del comportamiento ingestivo de un individuo que presenta una serie de conflictos psicosociales y estima que su resolución está inevitablemente condicionada por el logro y/o persistencia de un estado de delgadez.[20]
Desde el DSM-IV se consideran las siguientes, Anorexia nerviosa, Bulimia nerviosa,  Trastorno de la conducta alimentaria no especificado; incluye el trastorno por atracón.

Ansiedad por separación.
El trastorno de ansiedad por separación hace referencia básicamente a los niños que sienten un miedo extremo a tener que separarse de las figuras a las que tienen mayor apego - padres, abuelos, cuidadores, etc-  o del hogar; aunque esta separación sea de forma puntual, como cuando los padres planean salir por la noche y dejar al niño al cuidado de otra persona. El trastorno de ansiedad por separación puede ir acompañado de depresión, tristeza o miedo a que algún miembro de la familia se vaya o muera. Aproximadamente uno de cada 25 niños experimenta trastorno de ansiedad por separación. [21]
Trastorno de habilidades motoras.
La característica esencial del trastorno del desarrollo de la coordinación es una alteración significativa en el desarrollo de la coordinación motora (Kaplan y Sadock, 1999). El diagnóstico sólo se establece si interfiere significativamente con el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana, y además no se deben a enfermedad médica (parálisis cerebral, hemiplejía o distrofia muscular) y no se cumplen los criterios del trastorno generalizado del desarrollo. También se ven afectadas la memoria de tareas motoras y la integración de funciones motoras. Ninguna de estas funciones motoras puede ser explicada por anormalidades neurológicas permanentes o localizables o por interferencia mecánica. [22]
La deficiencia motora
La deficiencia motora es aquella que provoca en la persona que la presenta alguna disfunción en el aparato locomotor. Implica ciertas limitaciones posturales, de desplazamiento y de coordinación de movimientos. El origen puede ser congénito o adquirido, y se puede presentar con grados muy variables.
Las deficiencias motoras más habituales en el período escolar son la parálisis cerebral, la espina bífida y las distrofias musculares, que limitan la capacidad de acción en el medio y con el medio, condicionando a los alumnos y alumnas en la realización de determinadas actividades escolares.
Los trastornos intelectuales, perceptivos o emocionales no son inherentes a la deficiencia motora, por lo tanto, para ajustar la respuesta educativa es necesario analizar y valorar cada situación de forma individual. [23]
 Un porcentaje no despreciable de niños con deficiencias motóricas presentan al mismo tiempo deficiencias en el lenguaje, sociales, emocionales o sensoriales. Es esta la razón por la que la terapia de un niño con deficiencias motóricas debe ser un tratamiento multidimensional. Los esfuerzos de la fisioterapia deben ser coordinados con los de la logopedia, psicología y pedagogía.
Otro importante instrumento de intervención educativa lo constituye la integración. La integración escolar aporta al niño con deficiencias motóricas lo más importante que la sociedad le debe como miembro participante: el respeto como persona y el reconocimiento de derechos educativos al mismo nivel que los demás miembros que no presentan deficiencias. La integración escolar es un paso, una etapa, y a la vez una preparación a la integración social. En la medida en que la integración social exige interacción individuo-.medio, es necesario no solo producir cambios en la respuesta del sujeto, sino también en las condiciones ambientales en las que se va a dar esa respuesta.
Por ello, otra intervención a este nivel es la eliminación de barreras arquitectónicas, consideradas como aquellos obstáculos ambientales de carácter físico que impiden o dificultan los desplazamientos a las personas con dificultades en su movilidad.

Conclusión::
Consideramos  relevante frente a cualquier patología del desarrollo, las posibilidad de un diagnostico diferencial  temprano, este permitirá un tratamiento, lo cual normalmente se debe pensar en una intervención múltiple: psicopedagógico, medico y psicosocial.
El Tratamiento psicopedagógico,  es fundamental teniendo en  cuenta la actual situación de conocimiento. Lo primero que se deberá evaluar es el déficit que presenta el niño e implementar un programa de intervención que complete aquellas funciones que se encuentran bien como las que son deficitarias.
Es importante las intervenciones con los padres para que colaboren en el tratamiento y comprendan el problema, también el ámbito escolar puede favorecerlo.
Hay que considerar también la relevancia del reconocimiento de las diferencias, déficit y necesidades de apoyo, como propio de cada sujeto en desarrollo.
Entonces debemos hablar del valor de una educación integradora, un sistema educativo que contemple las necesidades educativas de los sujetos escolarizados, tenga o no necesidades especiales.
Esto consistiría en poder brindar las mismas oportunidades educativas a todos los alumnos  con equidad, cada alumno tiene sus necesidades y potencial especifico que es necesario respetar y desarrollar.
Considerando que el aprendizaje precede al desarrollo, proveer de  los apoyos necesarios para favorecer al aprendizaje, especialmente en  niños con las patologías mencionadas, permitirá el despliegue de las potencialidades de desarrollo de los mismos.



 


[1] Lic Miguel A. Acquesta
[2] Ricardo Arturo Osorio Profesor de Psicología

[3] Diego Jesús Luque Parra
[4] Diego Jesús Luque Parra
[5] . Juan Luís Catellon Costa.

[6] www. biopsicologia.net

[7] Lic Mario Fiedotin profesor de psicopatológica del desarrollo
[8] Lic Mario Fiedotin profesor de psicopatológica del desarrollo
[9] Juan Hernández Rodríguez
[10]  Lic Mario Fiedotin, profesor de psicopatológica del desarrollo
[11] Medlineplus Biblioteca Nacional de medicina de EE.UU.
[14] J. Cornella, I Canolls
[15] Lic Maria Rosa Sandoval. profesora de pedagogía especial
[16] Lic Maria Rosa Sandoval. profesora de pedagogía especial
[17] Masson
[18]  www. Biopsicologia.net. 
[19] Reyes Hernández Guillén1, Mercedes Rodrigo Alfageme2
[20] Castillo, Sanchez
[23] Lic Maria Rosa Sandoval. profesora de pedagogía especial

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