viernes, 3 de diciembre de 2010


 

                      

PROFESOR   TITULAR: LIC. NÉLIDA A. MOSCHETO

PROFESOR ASOCIADO: LIC. GUSTAVO  E. ARRIONDO

J:T:P:  PROF .PSIC .ANDREA   ALOI

 TITULO: ADOLESCENCIA y ESCUELA SECUNDARIA

 NOMBRE DEL ALUMNO: CROVETTO MARIA CELIA

                    2 CUATRIMESTRE DEL 2010
                                                        
                                                        ÍNDICE



Introducción …………..…………………………………………. 4



CUERPO

¿Qué es la adolescencia?.................................................................................5

La adolescencia en la cultura posmoderna…………………… …………..5

La metamorfosis de la familia………………………………………………7

El impacto tecnológico reemplaza a la familia……………………………..8

Los niños competentes y los adolescentes mundanos………………………8

Las identidades juveniles…………………………………………………….9

Culturas juveniles y tribus juveniles………………………………………..9

El otro social y cultural en la escuela………………………………………10

La escuela receptora de la problemática adolescente……………………..11

CONCLUSIÓN………………………………………………………………13




                 LOS       ADOLESCENTES

                             Y   LA



            ESCUELA SECUNDARIA”


                                                                                                         “El día que no haya jóvenes que sueñen
                                                                                                                 se apagarán las estrellas
                                                                                                                  y no habrá más amaneceres
                                                                                                                   para celebrar la vida”. J.C. Labaké






INTRODUCCIÓN:

El presente trabajo que tiene como temática central  la adolescencia y la escuela secundaria” fue realizado a pedido de la cátedra de Diagnóstico para las dificultades de aprendizaje. A través de la bibliografía recopilada y analizada pude hallar principal interés en   re-pensar el adolescente de hoy  por lo tanto a través del desarrollo de la monografía  se abordará este tema a partir del material aportado  por la cátedra   que considero indispensable para el desarrollo del mismo, y la utilización de bibliografía seleccionada de otras fuentes que también considero  aportan  conceptualizaciones esenciales para su desarrollo.
Primeramente abordaré conceptos que me parecen centrales acerca de lo que  es la adolescencia en general para luego hacer hincapié en los vínculos  entre adolescentes, así como también estableceré comparaciones entre el adolescente de la modernidad con el  de la posmodernidad, como algunas problemáticas que actualmente se producen en las escuelas para poder comprender en base a todos los cambios  sucedidos socialmente la  temática desde la actualidad.
Abordar la cuestión de las nuevas problemáticas de los adolescentes en el contexto actual y el acompañamiento que puede realizar la escuela en su formación, demanda situar la cuestión en un marco amplio de problemas que nos permitirán abordar mejor su tratamiento.
Los adolescentes constituyen, por su propia vulnerabilidad, un interesante referente para analizar la sociedad a la que pertenecen, de la cual se constituyen en verdaderos espejos. En los tiempos posmodernos, los adolescentes y jóvenes encuentran un “eco perfecto” ya que  su propia realidad interna se ve reflejada y emparentada con la realidad externa espejandose una a la otra.
Como docente de nivel secundario  considero fundamental replantearme desde la teoría lo que sucede día  a día en nuestras aulas  los obstáculos, con los que nos enfrentamos  los docentes a diario  relacionados con el medio sociocultural , las carencias económicas , y a veces las trabas que el mismo Estado instala .Pero también considero un obstáculo fuerte que tal vez sea una clave para la posibilidad de transformación del nivel, la mirada del docente  sobre el medio en  que trabaja , sobre las familias , sobre si mismo y su propia práctica , pero esencialmente la mirada sobre sus alumnos, sobre estos nuevos alumnos distintos de los alumnos de la modernidad,  sin lo cual es imposible algún tipo de cambio.
                                                                                                                                                     


CUERPO



¿Qué es la adolescencia?

Si algo caracteriza a la adolescencia  son los cambios, cambios que no  se transitan  de modo pacifico, natural , ni ordenado , más bien son cambios  ruidosos , molestos  e incómodos .Es un tiempo de la vida de profundas transformaciones.


La adolescencia en la cultura posmoderna 

En la medida en que la posmodernidad propone  a la adolescencia como modelo social  y a partir de esto hay un adolescentización de la sociedad misma,  podemos decir que la sociedad ha acabado por volverse adolescente , esto ayudado por los medios masivos en general y por la publicidad  en particular ,  hacen que la adolescencia  sea un lugar al que se quiere  llegar para instalarse en ella para siempre .La misma define una estética  en lo cual es hermoso lo muy joven y hay que hacerlo perdurar  mientras se pueda y como se pueda . No sólo el cuerpo adolescente se toma como modelo sino también la forma de vida, la música que escuchan , los videoclips , los lugares donde bailan , los deportes que practican y la jerga que hablan .
La adolescencia tiende a prolongarse en el tiempo y no es vivida como una etapa incomoda o  de paso.
Según Dolto  ya no es considerada como una crisis, sino como un estado. Es en cierto modo  institucionalizada como una experiencia filosófica como un paso obligado de la conciencia en la sociedad actual .Los jóvenes no esperan vestirse  como sus padres, son los padres los que tratan de vestirse  como los jóvenes. Por su parte los jóvenes ven prolongado el período en que  viven con sus padres  ya que  no consiguen  trabajos que les permitan independizarse,  sino que tienen  que prepararse  durante mucho mas tiempo  para acceder a ellos .Se  produce así una época en que las responsabilidades se postergan  mientras se disfruta  de comodidades , dándose así una prolongación  de lo  bueno de la infancia, en un estado  casi ideal.
Para Erickson  el adolescente era alguien en busca de su identidad  que encontraba en la generación adulta  el frontón  necesario para que él practique sus tiros. Entre esta generación adulta y el adolescente  había una distancia, una brecha dada por las  épocas. La creación de un conflicto entre las generaciones era la normativa  de la adolescencia, sin el cual no habría restructuración psíquica.
Para el adolescente este era  un camino doloroso  que obligaba a la pérdida de ilusiones , destruía ídolos , provocaba temores , falta de confianza en las propias fuerzas , tristeza y rabia,  pero a  su ves sensación de triunfo y libertad .
La adolescencia era un momento  de grandes cambios y consecuentes perdidas, así es que la misma según esta visión atravesaría  tres procesos de duelo, uno de los cuales es  la perdida de la identidad infantil. Según Freud  el desprendimiento de la autoridad de los padres es un momento necesario para el desarrollo de la identidad. Lograr un espacio  psíquico  propio, diferenciado de aquel  ofrecido por los progenitores  constituye  una conquista  que suele ser dolorosa y angustiante. Es necesario que el adolescente constituya  su lugar como adulto diferente de los padres, pero para ello debe renunciar a su lugar de niño. Así es que la confrontación  con el discurso de los padres  y adultos  permitirá al adolescente revisar  lo que hasta entonces han sido  sus referentes  o modelos identificatorios, dándoles una nueva significación, para ello debe renunciar a la idealización de las figuras paternas.
Podemos  decir que entendemos por identificación  , “el proceso psicológico  mediante el  cual un sujeto  asimila  un aspecto , una propiedad,  un atributo ,  de otro y se transforma , total o parcialmente sobre el modelo  de este . La personalidad  se constituye  y se diferencia  mediante una serie de identificaciones” (Laplanche  y Pontalis).
Así es que  frente a los cambios que el adolescente sufre en torno a su cuerpo,  que los vive muchas veces como externos, pierde el  idealizado y mimado cuerpo de la infancia, atravesando así  por el duelo por el cuerpo infantil.
Por otra parte, perder el rol infantil lo obliga a renunciar a la dependencia  y aceptar sus responsabilidades, así la pérdida de la identidad infantil debe reemplazarse por una identidad adulta y en el transcurso el duelo por  el rol, surgirá  la angustia que supone  la falta de identidad clara.
A su vez  renunciar a  la protección de los padres, a sus figuras idealizadas e ilusorias aceptando  sus debilidades  y envejecimiento,  descubriendo que detrás  de cada adulto subsisten aspectos inmaduros y  errores, hace  que se  comiencen  a des-idealizar  esos padres de la infancia . Confrontando las  imágenes infantiles con las reales  situaciones que lo llevan a sentirse  huérfano durante algún tiempo .Esto  originara el tercer duelo por los padres de la infancia.
Frente a estos  duelos el adolescente luchaba para lograr tres libertades, la libertad en las salidas, la libertad de defender  una ideología y la libertad  de vivir un amor  y un trabajo.
 La subjetividad del adolescente se encuentra  conformada y entretejida en lazos sociales, de manera que  los cambios en el contexto social y cultural  implican  también cambios en la subjetividad, a raíz de ello podemos inferir  que  en los adolescentes posmodernos  se produjeron grandes cambios, estos ya  no ven a sus padres como personas  muy diferentes de ellos , por lo tanto no sienten la necesidad de rebelarse , es así que  no sienten la brecha generacional  que los separa  de la generación anterior .Sus discusiones familiares pasan por lo cotidiano pero no por un enfrentamiento ideológico . Para Dolto la rebeldía ha sido  suplantada por indiferencia e incomunicación, esto nos lleva  a inferir  que dentro de este marco los duelos descriptos anteriormente ya no cobren el mismo valor y  la misma significación, ya que en la actualidad el cuerpo del adolescente es idealizado. Por lo tanto  deja el cuerpo de la niñez para ingresar en un estado socialmente  declarado “ideal” pasando  a ser poseedor del cuerpo que hay que tener.
Por otra parte, los padres buscan ser jóvenes la mayor cantidad de  tiempo posible , desdibujando así el modelo de adulto propio de la modernidad , así es que el niño en su  crecimiento  no incorporo una imagen de adulto bien diferenciada , separada de sí por la brecha generacional  y, cuando llega a la adolescencia se encuentra con alguien que tiene sus mismas dudas , no  mantiene valores claros y  comparte su mismos conflictos . Este adolescente no tiene que elaborar la pérdida de la figura de los padres  de la infancia como en  otras épocas, sino que esta más cerca que nunca de los padres incluso puede idealizarlos.
En cuanto al duelo por la pérdida de la identidad infantil también padece transformaciones, ya que la sociedad moderna consagraba los valores del ideal  del yo: la idea de esfuerzo, amor y consideración hacia el otro y capacidad de espera para lograr lo deseado, cosa que en la sociedad actual ya no se da .Los medios de comunicación divulgan por lo contrario los valores del yo ideal  difundiéndolos  constantemente, por Ej.:  Dietas, gimnasia sin esfuerzo, utilización de tarjetas de crédito, facilidades, compra telefónica, lugares exclusivos, y la competencia laboral que implica eliminar al otro en busca del beneficio propio.
Sumado a lo anteriormente dicho acerca de que  la adolescencia se postula como un modelo social y que  por lo tanto  la brecha generacional entre padres e hijos se ha acortado. Podemos decir también que existe  en la actualidad  un fuerte desencuentro entre dos culturas, la adolescente juvenil y la institucional escolar adulta, desencuentro que Esther Díaz expresa de este modo: Se vive realmente en una escuela moderna que atiende a adolescentes posmodernos1. Este conflicto se evidencia sobre todo en el nivel medio, tal como lo señala Juan Carlos Tedesco: “Hace ya mucho tiempo que los diagnósticos, tanto cualitativos como cuantitativos, han señalado que en la enseñanza media se concentran la mayor densidad de problemas o, desde el punto de vista de las políticas de educación, existe la menor cantidad de soluciones y respuestas2.
Como hemos visto, el análisis del tema propuesto presenta muchos frentes, que se entrecruzan conformando una realidad compleja. Entiendo, en principio, que el contacto diario con los adolescentes  que  hoy  transitan nuestras aulas,  nos permite observar sus modos de comunicarse, de vestirse de relacionarse con su familia, docentes y   pares, por ello a continuación se puntualizaran  algunos de estos aspectos en relación a como se dan en la actualidad.



La metamorfosis de la familia

E l siglo XX fue decisivo para hacer tambalear los principios de la modernidad y sobre todo  de los cambios operados en la familia  como “nivel  base sobre el  cual se cimenta el orden social establecido” (Lapassade, 1985).
La familia nuclear moderna , caracterizada por una clara separación  entre el hogar y el trabajo , el mundo  adulto y el infantil, la vida publica y privada, basada en el amor romántico , el amor maternal , la domesticidad y en el valor  de la unidad , dio paso a la familia permeable  posmoderna, que incluye  varios patrones de parentesco , donde las fronteras entre el hogar y el trabajo , los niños y los adultos , la vida privada y la vida publica son porosas , y  están  basadas  en el amor consensual , la paternidad compartida y la urbanidad ,  cuyo valor predominante es la autonomía .
Si la familia nuclear moderna  era en palabras  de Elkind, el “tibio refugio ante un mundo desalmado”, la familia permeable posmoderna es una “bulliciosa estación de trenes  donde descansar un rato antes  de abordar el próximo tren”.











1 Díaz, Esther, Posmodernidad, Editorial Biblos, Buenos Aires Pág.902Tedesco, Juan Carlos “Introducción”, en Cecilia Braslavsky La educación secundaria ¿Cambio o inmutabilidad?, II de UNESCO, Buenos Aires, 2001.
 ¿El Impacto tecnológico reemplaza a la familia?

Gran parte de los jóvenes viven en hogares mononucleares, otros viven en familias con el padre y la madre, pero muchos de estos padres trabajan fuera de casa y en ocasiones de tiempo completo. En la actualidad la mayoría de las familias encaran la proeza de criar a los hijos desde lejos, por lo que millones de adolescentes quedan librados a su suerte muchas horas. Y es aquí donde la intervención de la tecnología (televisión, computadora) aparece como preocupación.
Podría decirse que los artículos electrónicos  o digitales del hogar comienzan a funcionar  como objetos sustitutos de la crianza o de la compañía. Al joven inmerso en esta realidad se lo puede llamar el adolescente “net”, que recibe de la tecnología una especie de tutelaje frente a su propia orfandad.
El adolescente que habita en las grandes urbes sobre todo el de clase media, al tener que estar restringido en el espacio del hogar por la inseguridad y violencia de las calles, opta por buscar grupos de referencia desde su  casa y no precisamente con una presencia física sino utilizando tecnología. En este espacio virtual busca grupos de interés (de charla o chat rooms) o de intercambio (correo electrónico) Un mundo sin rostros ni gestos  con un código donde la calidad de la expresión escrita se desvirtúa y nuevos símbolos abreviados reemplazan la palabra con su verdadero significado.
A su vez los  adolescentes net, son jóvenes sobre informados y/o sobresaturados por el exceso de conexiones. Parecería que en un momento determinado le es difícil diferenciar entre lo real y lo virtual, entre lo importante y lo no importante.
Esta realidad demuestra que un nuevo modelo de trabajo se impone. El adolescente es una población en riesgo y, por lo tanto, debe ser tratado como tal:
- Necesita padres adultos para confrontar.
- Necesita vivir los duelos como pedagogías de crecimiento.
- Necesita espacios de diálogo de persona a persona, cara a cara, donde las partes se involucren íntegramente y no anónimamente.
De lo contrario, pueden sufrir serias perturbaciones y problemáticas en la personalidad, como por ejemplo, depresión, anorexia–bulimia, suicidio, drogadicción, alcoholismo, delincuencia.


Los niños competentes y los adolescentes mundanos

En el seno de la metamorfosis familiar, es interesante  destacar especialmente el cambio operado  en las representaciones acerca de los niños y los adolescentes .Así de la   percepción de la inocencia infantil  y la inmadurez adolescente, que llevaba a controles exhaustivos  sobre las actividades que desarrollaban los niños y jóvenes, como por Ej. a tutelar  pinics y bailes  y a censurar  contenidos  de libros y conversaciones consideradas inconvenientes , se ha pasado a la representación  de “niños competentes” y  “adolescentes mundanos”, capaces y con derecho  a participar  de cualquier  tema o debate , de iniciar  a los adultos  en ciertas habilidades , como por Ej. Las nuevas tecnologías  o el consumo de drogas, de elegir  a que escuela  ir e incluso  con quien  vivir en el caso de divorcio de sus padres.
Se ha dado de esta manera una transformación del “conflicto  intergeneracional”.Los “niños competentes”  y los “adolescentes mundanos” son funcionales a las familias  y a  la sociedad posmoderna  y por eso, decimos, que ya no hay conflicto intergeneracional en el sentido  tradicional en que se daban,  en virtud  de la consideración  de la juventud  como un valor  y el afán de prolongar  el estado de la adolescencia durante toda la vida . En todo caso no hay  conflicto  por oposición  generacional, sino más bien por semejanza.
La fragmentación ética y estética  en infinitas subculturas y tribus define, junto a los elementos antes mencionados como  comunes, el perfil  actual de nuestros adolescentes. 


Las identidades juveniles

Hablar de identidad  desde su dimensión  sociocultural  implica pensar en un proceso complejo,  histórico y socialmente generado, vinculado  a  la estructura social y a las relaciones  de poder de una sociedad. Se trata de un proceso continuo  a través del cual cada grupo va construyendo  limites sociales  con otros grupos  a partir de sus diferencias  mutuas: “es a partir  de las diferencias con los otros,  que podemos  reconocernos como nosotros y generar una autoimagen particular.”
Desde esta perspectiva , la identidad juvenil alude al modo en que los adolescentes  se reconocen como parte de un grupo particular  ( los jóvenes) a partir de las diferencias y relaciones con otros grupos  de edad , a la manera en que son  reconocidos como tales  por otros grupos  sociales y a los factores que intervienen  en ese mutuo reconocimiento.
En  este sentido  , no existe una identidad juvenil  como esencia,  como “ algo que se tiene” , como fenómeno  definido  en sí mismo y para siempre , sino como proceso relacional , dinámico y múltiple , es decir,  que se produce  a partir de relaciones sociales.  Podemos decir que hay una multiplicidad de adolescencias atravesadas por coordenadas de clase, género y etnia.Pero a su vez encontramos que aquellos a los que llamamos jóvenes , mas allá de sus diferencias ,comparten situaciones , expectativas , aspiraciones , consumos culturales que los distinguen  de las generaciones de sus padres  y de sus abuelos .
Los chicos y las chicas de diferentes clases sociales de nuestro país comparten una época  en que las certezas sobre el futuro, que guiaron  a la generación de sus progenitores, aparecen resquebrajadas. Asimismo, lo medios masivos de comunicación  trasmiten y difunden  pautas de consumo  y estereotipos a los que gran parte de los adolescentes buscan ajustarse.
Si pensamos en la identidad  como un fenómeno plural  y dinámico , podemos decir que es en la relación  que se establece  con otras generaciones , y en la intersección  particular entre clase , genero , etnia , que se construyen y transforman  las identidades juveniles .

Culturas juveniles y tribus juveniles

 Las culturas juveniles se construyen  con materiales provenientes  de las identidades generacionales , de género , clase , etnia , territorio y se manifiestan  , en el plano simbólico , en estilos mas o menos visibles  que integran  elementos de la moda , la música , el lenguaje , producciones artísticas y actividades particulares. Cuando estos estilos  se manifiestan  en la escena publica  y provocan  extrañeza , sus portadores  suelen ser  etiquetados  en términos  de una “ tribu juvenil”
Este concepto resulta  polémico  en tanto encasilla  a los jóvenes  en lo que se suman  las connotaciones  de primitivismo y exotismo  que  el  sentido común asocia  al concepto de tribu . Por el contrario , podemos  decir  que cultivar  un estilo  punk o cumbiero  que  comparte  con grupos de pares , no implica  que ese joven  deje  de relacionarse  como hijo en la familia ,como alumno en la escuela o como consumidor en el mercado.
 El grupo adolescente, matriz identificatoria por excelencia, funciona como marco intersubjetivo  que sostiene  y co- construye  subjetividades y muchas veces permite que lo traumático  no devenga en detención y desestructuración sino en  enriquecimiento y mayor complejización psíquica. La especularidad  intersubjetiva que aporta  el grupo  adolescente funciona como contención  y aceptación  de lo traumático, lo inexplicable,  lo que causa angustia. Son experiencias compartidas que permiten que  el adolescente  no se sienta  aislado .Le hace saber que hay otros significativos que transitan por los mismos caminos que él .El “yo soy” solo se adquiere en un ámbito intersubjetivo.


El otro social  y cultural en la escuela: visiones y prácticas sobre la diferencia

Podemos decir que  el tipo de relación que logremos  construir con los adolescentes (asimilación a nuestras pautas  y modo de ver el mundo , tolerancia , indiferencia , dialogo , confrontación ) dependerá  del modo de entender la diferencia ,de cómo situemos a esos otros  que la ponen en evidencia, si los consideramos inferiores , distintos, como amenazas , como interlocutores etc.
Muchas veces  las representaciones sobre el otro que circulan en los conjuntos sociales, hacen que se creen estereotipos y  prejuicios de parte de los docentes, no solo de clase y culturales, sino también de género.Prejuicios sobre los  “otros” considerados como aquellos que no encajan, en el modelo de alumno abstracto: los llamados chicos problemas, los violentos,  los pobres, los que provienen de familia que no se ajustan al modelo familiar nuclear.
“Ser diferente en la escuela, alude  a variadas  experiencias  que llevan a sentirse  expuesto, como señalados  por un dedo invisible, que orienta  las miradas de los demás  hacia los diversos. Padecer esta carga , se convierte en  algo doblemente  significativo para  quien la porta , por tratarse  la escuela, de  un marco institucional  en el que la norma  parece ser la homogeneidad . Esta marca,  condiciona  la mirada técnica de los docentes y anticipa el modo  que asumirán  las relaciones grupales que se establezcan dentro de la escuela”(Holstein)
La s clasificaciones de la diferencia  no permanecen solo en el plano de las ideas o los discursos , sino  que se expresan  en actitudes y practicas de discriminación , negación , indiferencia , expulsión , tanto por parte  de los agentes educativos  hacia los alumnos , como de los alumnos entre si.
Desde mediados del siglo XX, la categoría bajo la cual  se congregan los adolescentes  alude a grupos  que se reúnen en torno  de una visión del mundo, de una cierta ideología,  de una estética ( peinado , maquillaje , modo de vestir ) y del gusto por un determinado genero musical . Desde  los históricos rockeros , pasando por los punks, heavies y góticos  hasta los actuales , indies, ravers y floggers y los sugestivos emos , una vasta cantidad de   agrupaciones se han conformado , reivindicando  un postulado  que mas allá de las diferentes expresiones  que ha adquirido tiene  igual connotación:  la de manifestar la  insatisfacción  que  les genera a los jóvenes  el modo  en que el mundo  se presenta ante ellos.
Esto se debe a que la adolescencia, encuentra a los sujetos,  particularmente movilizados   y especialmente  involucrados  en una causa: la búsqueda  de si mismo, de la propia identidad. Se trata de momentos de reorganización  tanto de lo interno (sentimientos y pensamientos) como de lo externo (fundamentalmente la fisonomía).
Según Erickson , la adolescencia es un punto  critico , necesario  en el desarrollo  durante el cual  el sujeto  acumula  recursos de crecimiento , de recuperación ante la adversidad  y de diferenciación  respecto de los otros. Atravesarla, implica  hacer frente a cambios internos  que repercuten en la relaciones con los demás, los cuales resignifican la propia historia y acompañan  la construcción  de la identidad.
A su vez se va  constituyendo y fortaleciendo el yo, lo propio, la identidad personal. Se toma distancia de las opiniones y los criterios  de los padres para ir asumiendo los propios juicios y valoraciones, la propia mirada sobre el mundo que los rodea .El joven va tratando de responderse ¿quien soy? Y va abandonando el ámbito de lo conocido  para ir al encuentro  de los semejantes, con quienes puede sentirse en comunidad.
En este proceso los pares, amigos, compañeros de estudios, de salidas, o de actividades  recreativas, pasan a ser mas importantes que  los referentes familiares de la infancia.Destacan así ciertos rasgos y construyen una estética que los hace visibles, reconocibles con todo el resto del mundo: así es que algunos se visten de colores muy llamativos o del mas absoluto negro,  escuchan música festiva estrenduosa y frecuencial, o bien eligen canciones melancólicas que hablan de la dificultad de vivir.
La consigna es reconocerse o ser reconocido, encontrarse con otros que le confirmen esa identidad en construcción.
El grupo es familia de transición  donde se recrea  el afecto los intereses y metas comunes. Los adolescentes se apartan de los adultos significativos, básicamente padre y madre y salen  del ámbito  familiar  y conocido hacia el mundo exterior. Hacia un afuera lleno de desafíos y también de oportunidades, a través de los grupos van creando un espacio personal y social un lugar propio y un sentido de pertenencia, así es que  comparten con otros y con estos otros se identifican, coinciden en su sentir y en su manera de pensar , constituyen comunidades emocionales, en las que  buscan sentirse contenidos afectivamente y escapar de la desorientación y de la soledad.


La escuela: receptora de la problemática adolescente

En relación a lo desarrollado anteriormente  y teniendo en cuenta que la escuela es la receptora de todos estos cambios y problemáticas adolescentes podríamos preguntarnos ¿Cuál es el lugar que debe ocupar la escuela, como contenedora del alumno y promotora del cambio?
Sabemos que las prácticas educativas, son formas particulares de interacción, parte fundamental de la mediación social necesaria, para apoyar y orientar el paso de los adolescentes a la vida adulta y su inserción como miembros plenos de la sociedad. Dentro de esas prácticas educativas, la educación escolar debe ser un contexto básico  y el apoyo más relevante a la transición adolescente. La escuela debe  actuar  como un contexto fundamental en la formación por parte de los adolescentes de su autoconcepto y su identidad personal, de su autoestima y sus expectativas para el futuro. Debe tener  un papel de contexto intermedio (transicional), entre formas de actuación propias de la etapa infantil y aquéllas distintivas del estatus adulto. Ofreciendo  la posibilidad de ensayar y regular formas de comportamiento y habilidades implicadas en el ejercicio del estatus adulto.
Debe planificar de manera explícita su acción educativa, favoreciendo un proceso de “reconstrucción crítica” de informaciones e influencias que reciben los adolescentes. Pero hay algunos de los problemas muy serios de la sociedad actual: la violencia, las drogas y el sida, que encuentran entre sus victimas principales a estos jóvenes  y la escuela secundaria, los ve pasar sin tener muy en claro que hacer con ellos.
 No se debe perder de vista que la  familia y la escuela debe ser  el núcleo central de reencuentro con la posmodernidad y el lugar  donde poco a poco se debe preparar  a los  jóvenes, para que se integren con confianza en la época que les toca vivir. Educar implica realizar un proceso de enseñanza – aprendizaje cuya función principal es la integración al mundo de la cultura. Si la escuela tiene, en parte, como misión la transmisión de la cultura, resulta evidente que la estructura sobre la que se asienta su organización es débil, debido a su incapacidad de dar respuestas a las demandas sociales, su tarea de construir el futuro queda relegada. Más aún si permanece anclada en el pasado, cuando sus miembros exigen vivir el presente.
La escuela debe hacer conocer el pasado, pero no puede perder en el presente la perspectiva de crear un futuro diferenciado. Parece que la misma, tal como está planteada es una institución inconciliable con la propuesta social actual. Se vive en constante cambio, mientras los valores y conocimientos transmitidos desde la escuela no pueden modificarse con igual rapidez. Estudiar y profundizar los  contenidos requiere tiempo, dedicación y disciplina, pero el afuera acorta los plazos y nos mantiene desorientados a los docentes en la  tarea de enseñar y aprender.
El sistema educativo debe transformarse profundamente desde sus raíces para responder a las demandas de los jóvenes, sin renunciar al deber ser de la escuela. Esto significa, “acercarse a él adolescente y demostrarle que  interesa su realidad”. Muchos chicos sostienen que la escuela les aburre sobremanera y que, si se lo permitieran, la abandonarían. Rescatan como positivo el vínculo que establecen con los compañeros, el conocer a algún profesor que “les hace pensar” y “los escucha”, y algunas charlas informales sobre temas de actualidad. Rechazan  el excesivo formalismo escolar y el hecho de estar muchas horas por día escuchando contenidos que hasta los mismos profesores creen caducos y donde se alienta la repetición y la memoria sobre la información, que  por otra parte, se puede obtener fácilmente de una máquina con sólo apretar un botón.
El reto actual sobre la reforma de la escuela secundaria, para muchos docentes que se encuentran inmersos en este nivel educativo es grande. Las razones son diversas, ya que hay que hacer cambios radicales en muchos aspectos de su labor cotidiana, además de cómo se referenciaba anteriormente  que enfrentan el hecho de que los adolescentes se encuentran inmersos en la dinámica de la Sociedad de la Información, que los involucra en un proceso globalizante sin una guía adecuada.


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CONCLUSIÓN: 

Para concluir puedo expresar que la escolaridad secundaria,  ha desempañado un papel  central en la  constitución  de los adolescentes  como categoría y como grupo .Como resultado de las relaciones particulares establecidas  en el ámbito escolar, se fue construyendo  la identidad del alumno, bajo cuyas supuestas  características de falta de autonomía, homogeneidad y universalidad, solían quedar opacadas las múltiples identidades juveniles. Dentro de la institución educativa actual    las diferencias,  irrumpen  de modo inocultable.
Muchas veces los docentes,  construyen en base a sus habitus (estructuras mentales a través de las que se percibe el mundo) representaciones de los alumnos, esto se produce a través de un sistema de percepción y valoración, en comparación con determinados tipos ideales, que  traen como consecuencia  una anticipación o predicción de comportamientos, y hace que la expectativa sobre el otro se pueda convertir en predicción. 
Estas visiones  y prácticas sobre el otro  merecen  ser objeto  de reflexión  constante en los distintos espacios  de la institución escolar , de lo contrario  la escuela  puede perder de vista  su propósito  de igualadora  de oportunidades,  para transformarse  en reproductora  de prejuicios  y discriminación .
Los adolescentes necesitan inclusión, pertenencia  y reconocimiento, buscando una reducción   de la incertidumbre y junto con ello necesitan convertirse en ellos mismos para poder constituir, su propia identidad. Por lo tanto, los adultos deben comprender el verdadero sentido de los vínculos establecidos por los adolescentes, para que alrededor de ellos no se creen mitos donde muchas veces la extravagancia que  comunican se traduce en temor  y desconfianza.
Teniendo en cuenta todo  lo desarrollado anteriormente,  podríamos  plantearnos si somos capaces los adultos, en especial los docentes de lograr entender este fenómeno lleno de innovaciones, nuevos conceptos, nuevos códigos, que inciden inevitablemente en la vida de los adolescentes del siglo XXI.
A pesar del escepticismo que parece marcar la época actual, siento  y estoy  convencida de que la escuela es un espacio donde se pueden estimular cambios en la conducta del adolescente, y que el docente es el  principal promotor. Siendo tarea fundamental de la escuela y sus actores generar  puntos de encuentro y re-encuentro entre adolescentes y adultos brindandoles  una mirada diferente frente al desaliento y descreimiento de una sociedad que supone un futuro desdibujado.  Formando  para la cultura del proyecto por sobre la del suceso, donde la esperanza y el progreso aún son posibles. Arraigándose en valores que se trasluzcan en la tarea cotidiana, haciendo que  el adolescente no  vea contradicciones en la cultura adulta, valores proclamados pero no practicados  Consensuando  discursos con testimonios, es tarea fundamental de la escuela y sus actores.
 Por lo dicho anteriormente considero que es tiempo de encontrar caminos alternativos de solución, donde  juntos podamos comprender y repensar la problemática del adolescente actual, y recrear la escuela desde una revisión de nuestra tarea docente.






       REFERENCIAS  BIBLIOGRÁFICAS:


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