PROFESOR TITULAR: LIC. NÉLIDA A. MOSCHETO
PROFESOR ASOCIADO: LIC. GUSTAVO E. ARRIONDO
J:T:P: PROF .PSIC .ANDREA ALOI
TITULO: ADOLESCENCIA y ESCUELA SECUNDARIA
NOMBRE DEL ALUMNO: CROVETTO MARIA CELIA
ÍNDICE
Introducción …………..…………………………………………. 4
CUERPO
¿Qué es la adolescencia?.................................................................................5
La adolescencia en la cultura posmoderna…………………… …………..5
La metamorfosis de la familia………………………………………………7
El impacto tecnológico reemplaza a la familia……………………………..8
Los niños competentes y los adolescentes mundanos………………………8
Las identidades juveniles…………………………………………………….9
Culturas juveniles y tribus juveniles………………………………………..9
El otro social y cultural en la escuela………………………………………10
La escuela receptora de la problemática adolescente……………………..11
CONCLUSIÓN………………………………………………………………13
“LOS ADOLESCENTES
Y LA
ESCUELA SECUNDARIA”
“El día que no haya jóvenes que sueñen
se apagarán las estrellas
y no habrá más amaneceres
para celebrar la vida”. J.C. Labaké
INTRODUCCIÓN:
El presente trabajo que tiene como temática central “la adolescencia y la escuela secundaria” fue realizado a pedido de la cátedra de Diagnóstico para las dificultades de aprendizaje. A través de la bibliografía recopilada y analizada pude hallar principal interés en re-pensar el adolescente de hoy por lo tanto a través del desarrollo de la monografía se abordará este tema a partir del material aportado por la cátedra que considero indispensable para el desarrollo del mismo, y la utilización de bibliografía seleccionada de otras fuentes que también considero aportan conceptualizaciones esenciales para su desarrollo.
Primeramente abordaré conceptos que me parecen centrales acerca de lo que es la adolescencia en general para luego hacer hincapié en los vínculos entre adolescentes, así como también estableceré comparaciones entre el adolescente de la modernidad con el de la posmodernidad, como algunas problemáticas que actualmente se producen en las escuelas para poder comprender en base a todos los cambios sucedidos socialmente la temática desde la actualidad.
Abordar la cuestión de las nuevas problemáticas de los adolescentes en el contexto actual y el acompañamiento que puede realizar la escuela en su formación, demanda situar la cuestión en un marco amplio de problemas que nos permitirán abordar mejor su tratamiento.
Los adolescentes constituyen, por su propia vulnerabilidad, un interesante referente para analizar la sociedad a la que pertenecen, de la cual se constituyen en verdaderos espejos. En los tiempos posmodernos, los adolescentes y jóvenes encuentran un “eco perfecto” ya que su propia realidad interna se ve reflejada y emparentada con la realidad externa espejandose una a la otra.
Como docente de nivel secundario considero fundamental replantearme desde la teoría lo que sucede día a día en nuestras aulas los obstáculos, con los que nos enfrentamos los docentes a diario relacionados con el medio sociocultural , las carencias económicas , y a veces las trabas que el mismo Estado instala .Pero también considero un obstáculo fuerte que tal vez sea una clave para la posibilidad de transformación del nivel, la mirada del docente sobre el medio en que trabaja , sobre las familias , sobre si mismo y su propia práctica , pero esencialmente la mirada sobre sus alumnos, sobre estos nuevos alumnos distintos de los alumnos de la modernidad, sin lo cual es imposible algún tipo de cambio.
CUERPO
¿Qué es la adolescencia?
Si algo caracteriza a la adolescencia son los cambios, cambios que no se transitan de modo pacifico, natural , ni ordenado , más bien son cambios ruidosos , molestos e incómodos .Es un tiempo de la vida de profundas transformaciones.
La adolescencia en la cultura posmoderna
En la medida en que la posmodernidad propone a la adolescencia como modelo social y a partir de esto hay un adolescentización de la sociedad misma, podemos decir que la sociedad ha acabado por volverse adolescente , esto ayudado por los medios masivos en general y por la publicidad en particular , hacen que la adolescencia sea un lugar al que se quiere llegar para instalarse en ella para siempre .La misma define una estética en lo cual es hermoso lo muy joven y hay que hacerlo perdurar mientras se pueda y como se pueda . No sólo el cuerpo adolescente se toma como modelo sino también la forma de vida, la música que escuchan , los videoclips , los lugares donde bailan , los deportes que practican y la jerga que hablan .
La adolescencia tiende a prolongarse en el tiempo y no es vivida como una etapa incomoda o de paso.
Según Dolto ya no es considerada como una crisis, sino como un estado. Es en cierto modo institucionalizada como una experiencia filosófica como un paso obligado de la conciencia en la sociedad actual .Los jóvenes no esperan vestirse como sus padres, son los padres los que tratan de vestirse como los jóvenes. Por su parte los jóvenes ven prolongado el período en que viven con sus padres ya que no consiguen trabajos que les permitan independizarse, sino que tienen que prepararse durante mucho mas tiempo para acceder a ellos .Se produce así una época en que las responsabilidades se postergan mientras se disfruta de comodidades , dándose así una prolongación de lo bueno de la infancia, en un estado casi ideal.
Para Erickson el adolescente era alguien en busca de su identidad que encontraba en la generación adulta el frontón necesario para que él practique sus tiros. Entre esta generación adulta y el adolescente había una distancia, una brecha dada por las épocas. La creación de un conflicto entre las generaciones era la normativa de la adolescencia, sin el cual no habría restructuración psíquica.
Para el adolescente este era un camino doloroso que obligaba a la pérdida de ilusiones , destruía ídolos , provocaba temores , falta de confianza en las propias fuerzas , tristeza y rabia, pero a su ves sensación de triunfo y libertad .
La adolescencia era un momento de grandes cambios y consecuentes perdidas, así es que la misma según esta visión atravesaría tres procesos de duelo, uno de los cuales es la perdida de la identidad infantil. Según Freud el desprendimiento de la autoridad de los padres es un momento necesario para el desarrollo de la identidad. Lograr un espacio psíquico propio, diferenciado de aquel ofrecido por los progenitores constituye una conquista que suele ser dolorosa y angustiante. Es necesario que el adolescente constituya su lugar como adulto diferente de los padres, pero para ello debe renunciar a su lugar de niño. Así es que la confrontación con el discurso de los padres y adultos permitirá al adolescente revisar lo que hasta entonces han sido sus referentes o modelos identificatorios, dándoles una nueva significación, para ello debe renunciar a la idealización de las figuras paternas.
Podemos decir que entendemos por identificación , “el proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto , una propiedad, un atributo , de otro y se transforma , total o parcialmente sobre el modelo de este . La personalidad se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones” (Laplanche y Pontalis).
Así es que frente a los cambios que el adolescente sufre en torno a su cuerpo, que los vive muchas veces como externos, pierde el idealizado y mimado cuerpo de la infancia, atravesando así por el duelo por el cuerpo infantil.
Por otra parte, perder el rol infantil lo obliga a renunciar a la dependencia y aceptar sus responsabilidades, así la pérdida de la identidad infantil debe reemplazarse por una identidad adulta y en el transcurso el duelo por el rol, surgirá la angustia que supone la falta de identidad clara.
A su vez renunciar a la protección de los padres, a sus figuras idealizadas e ilusorias aceptando sus debilidades y envejecimiento, descubriendo que detrás de cada adulto subsisten aspectos inmaduros y errores, hace que se comiencen a des-idealizar esos padres de la infancia . Confrontando las imágenes infantiles con las reales situaciones que lo llevan a sentirse huérfano durante algún tiempo .Esto originara el tercer duelo por los padres de la infancia.
Frente a estos duelos el adolescente luchaba para lograr tres libertades, la libertad en las salidas, la libertad de defender una ideología y la libertad de vivir un amor y un trabajo.
La subjetividad del adolescente se encuentra conformada y entretejida en lazos sociales, de manera que los cambios en el contexto social y cultural implican también cambios en la subjetividad, a raíz de ello podemos inferir que en los adolescentes posmodernos se produjeron grandes cambios, estos ya no ven a sus padres como personas muy diferentes de ellos , por lo tanto no sienten la necesidad de rebelarse , es así que no sienten la brecha generacional que los separa de la generación anterior .Sus discusiones familiares pasan por lo cotidiano pero no por un enfrentamiento ideológico . Para Dolto la rebeldía ha sido suplantada por indiferencia e incomunicación, esto nos lleva a inferir que dentro de este marco los duelos descriptos anteriormente ya no cobren el mismo valor y la misma significación, ya que en la actualidad el cuerpo del adolescente es idealizado. Por lo tanto deja el cuerpo de la niñez para ingresar en un estado socialmente declarado “ideal” pasando a ser poseedor del cuerpo que hay que tener.
Por otra parte, los padres buscan ser jóvenes la mayor cantidad de tiempo posible , desdibujando así el modelo de adulto propio de la modernidad , así es que el niño en su crecimiento no incorporo una imagen de adulto bien diferenciada , separada de sí por la brecha generacional y, cuando llega a la adolescencia se encuentra con alguien que tiene sus mismas dudas , no mantiene valores claros y comparte su mismos conflictos . Este adolescente no tiene que elaborar la pérdida de la figura de los padres de la infancia como en otras épocas, sino que esta más cerca que nunca de los padres incluso puede idealizarlos.
En cuanto al duelo por la pérdida de la identidad infantil también padece transformaciones, ya que la sociedad moderna consagraba los valores del ideal del yo: la idea de esfuerzo, amor y consideración hacia el otro y capacidad de espera para lograr lo deseado, cosa que en la sociedad actual ya no se da .Los medios de comunicación divulgan por lo contrario los valores del yo ideal difundiéndolos constantemente, por Ej.: Dietas, gimnasia sin esfuerzo, utilización de tarjetas de crédito, facilidades, compra telefónica, lugares exclusivos, y la competencia laboral que implica eliminar al otro en busca del beneficio propio.
Sumado a lo anteriormente dicho acerca de que la adolescencia se postula como un modelo social y que por lo tanto la brecha generacional entre padres e hijos se ha acortado. Podemos decir también que existe en la actualidad un fuerte desencuentro entre dos culturas, la adolescente juvenil y la institucional escolar adulta, desencuentro que Esther Díaz expresa de este modo: “Se vive realmente en una escuela moderna que atiende a adolescentes posmodernos”1. Este conflicto se evidencia sobre todo en el nivel medio, tal como lo señala Juan Carlos Tedesco: “Hace ya mucho tiempo que los diagnósticos, tanto cualitativos como cuantitativos, han señalado que en la enseñanza media se concentran la mayor densidad de problemas o, desde el punto de vista de las políticas de educación, existe la menor cantidad de soluciones y respuestas”2.
Como hemos visto, el análisis del tema propuesto presenta muchos frentes, que se entrecruzan conformando una realidad compleja. Entiendo, en principio, que el contacto diario con los adolescentes que hoy transitan nuestras aulas, nos permite observar sus modos de comunicarse, de vestirse de relacionarse con su familia, docentes y pares, por ello a continuación se puntualizaran algunos de estos aspectos en relación a como se dan en la actualidad.
La metamorfosis de la familia
E l siglo XX fue decisivo para hacer tambalear los principios de la modernidad y sobre todo de los cambios operados en la familia como “nivel base sobre el cual se cimenta el orden social establecido” (Lapassade, 1985).
La familia nuclear moderna , caracterizada por una clara separación entre el hogar y el trabajo , el mundo adulto y el infantil, la vida publica y privada, basada en el amor romántico , el amor maternal , la domesticidad y en el valor de la unidad , dio paso a la familia permeable posmoderna, que incluye varios patrones de parentesco , donde las fronteras entre el hogar y el trabajo , los niños y los adultos , la vida privada y la vida publica son porosas , y están basadas en el amor consensual , la paternidad compartida y la urbanidad , cuyo valor predominante es la autonomía .
Si la familia nuclear moderna era en palabras de Elkind, el “tibio refugio ante un mundo desalmado”, la familia permeable posmoderna es una “bulliciosa estación de trenes donde descansar un rato antes de abordar el próximo tren”.
1 Díaz, Esther, Posmodernidad, Editorial Biblos, Buenos Aires Pág.902Tedesco, Juan Carlos “Introducción”, en Cecilia Braslavsky La educación secundaria ¿Cambio o inmutabilidad?, II de UNESCO, Buenos Aires, 2001.
¿El Impacto tecnológico reemplaza a la familia?
Gran parte de los jóvenes viven en hogares mononucleares, otros viven en familias con el padre y la madre, pero muchos de estos padres trabajan fuera de casa y en ocasiones de tiempo completo. En la actualidad la mayoría de las familias encaran la proeza de criar a los hijos desde lejos, por lo que millones de adolescentes quedan librados a su suerte muchas horas. Y es aquí donde la intervención de la tecnología (televisión, computadora) aparece como preocupación.
Podría decirse que los artículos electrónicos o digitales del hogar comienzan a funcionar como objetos sustitutos de la crianza o de la compañía. Al joven inmerso en esta realidad se lo puede llamar el adolescente “net”, que recibe de la tecnología una especie de tutelaje frente a su propia orfandad.
El adolescente que habita en las grandes urbes sobre todo el de clase media, al tener que estar restringido en el espacio del hogar por la inseguridad y violencia de las calles, opta por buscar grupos de referencia desde su casa y no precisamente con una presencia física sino utilizando tecnología. En este espacio virtual busca grupos de interés (de charla o chat rooms) o de intercambio (correo electrónico) Un mundo sin rostros ni gestos con un código donde la calidad de la expresión escrita se desvirtúa y nuevos símbolos abreviados reemplazan la palabra con su verdadero significado.
A su vez los adolescentes net, son jóvenes sobre informados y/o sobresaturados por el exceso de conexiones. Parecería que en un momento determinado le es difícil diferenciar entre lo real y lo virtual, entre lo importante y lo no importante.
Esta realidad demuestra que un nuevo modelo de trabajo se impone. El adolescente es una población en riesgo y, por lo tanto, debe ser tratado como tal:
- Necesita padres adultos para confrontar.
- Necesita vivir los duelos como pedagogías de crecimiento.
- Necesita espacios de diálogo de persona a persona, cara a cara, donde las partes se involucren íntegramente y no anónimamente.
De lo contrario, pueden sufrir serias perturbaciones y problemáticas en la personalidad, como por ejemplo, depresión, anorexia–bulimia, suicidio, drogadicción, alcoholismo, delincuencia.
Los niños competentes y los adolescentes mundanos
En el seno de la metamorfosis familiar, es interesante destacar especialmente el cambio operado en las representaciones acerca de los niños y los adolescentes .Así de la percepción de la inocencia infantil y la inmadurez adolescente, que llevaba a controles exhaustivos sobre las actividades que desarrollaban los niños y jóvenes, como por Ej. a tutelar pinics y bailes y a censurar contenidos de libros y conversaciones consideradas inconvenientes , se ha pasado a la representación de “niños competentes” y “adolescentes mundanos”, capaces y con derecho a participar de cualquier tema o debate , de iniciar a los adultos en ciertas habilidades , como por Ej. Las nuevas tecnologías o el consumo de drogas, de elegir a que escuela ir e incluso con quien vivir en el caso de divorcio de sus padres.
Se ha dado de esta manera una transformación del “conflicto intergeneracional”.Los “niños competentes” y los “adolescentes mundanos” son funcionales a las familias y a la sociedad posmoderna y por eso, decimos, que ya no hay conflicto intergeneracional en el sentido tradicional en que se daban, en virtud de la consideración de la juventud como un valor y el afán de prolongar el estado de la adolescencia durante toda la vida . En todo caso no hay conflicto por oposición generacional, sino más bien por semejanza.
La fragmentación ética y estética en infinitas subculturas y tribus define, junto a los elementos antes mencionados como comunes, el perfil actual de nuestros adolescentes.
Las identidades juveniles
Hablar de identidad desde su dimensión sociocultural implica pensar en un proceso complejo, histórico y socialmente generado, vinculado a la estructura social y a las relaciones de poder de una sociedad. Se trata de un proceso continuo a través del cual cada grupo va construyendo limites sociales con otros grupos a partir de sus diferencias mutuas: “es a partir de las diferencias con los otros, que podemos reconocernos como nosotros y generar una autoimagen particular.”
Desde esta perspectiva , la identidad juvenil alude al modo en que los adolescentes se reconocen como parte de un grupo particular ( los jóvenes) a partir de las diferencias y relaciones con otros grupos de edad , a la manera en que son reconocidos como tales por otros grupos sociales y a los factores que intervienen en ese mutuo reconocimiento.
En este sentido , no existe una identidad juvenil como esencia, como “ algo que se tiene” , como fenómeno definido en sí mismo y para siempre , sino como proceso relacional , dinámico y múltiple , es decir, que se produce a partir de relaciones sociales. Podemos decir que hay una multiplicidad de adolescencias atravesadas por coordenadas de clase, género y etnia.Pero a su vez encontramos que aquellos a los que llamamos jóvenes , mas allá de sus diferencias ,comparten situaciones , expectativas , aspiraciones , consumos culturales que los distinguen de las generaciones de sus padres y de sus abuelos .
Los chicos y las chicas de diferentes clases sociales de nuestro país comparten una época en que las certezas sobre el futuro, que guiaron a la generación de sus progenitores, aparecen resquebrajadas. Asimismo, lo medios masivos de comunicación trasmiten y difunden pautas de consumo y estereotipos a los que gran parte de los adolescentes buscan ajustarse.
Si pensamos en la identidad como un fenómeno plural y dinámico , podemos decir que es en la relación que se establece con otras generaciones , y en la intersección particular entre clase , genero , etnia , que se construyen y transforman las identidades juveniles .
Culturas juveniles y tribus juveniles
Las culturas juveniles se construyen con materiales provenientes de las identidades generacionales , de género , clase , etnia , territorio y se manifiestan , en el plano simbólico , en estilos mas o menos visibles que integran elementos de la moda , la música , el lenguaje , producciones artísticas y actividades particulares. Cuando estos estilos se manifiestan en la escena publica y provocan extrañeza , sus portadores suelen ser etiquetados en términos de una “ tribu juvenil”
Este concepto resulta polémico en tanto encasilla a los jóvenes en lo que se suman las connotaciones de primitivismo y exotismo que el sentido común asocia al concepto de tribu . Por el contrario , podemos decir que cultivar un estilo punk o cumbiero que comparte con grupos de pares , no implica que ese joven deje de relacionarse como hijo en la familia ,como alumno en la escuela o como consumidor en el mercado.
El grupo adolescente, matriz identificatoria por excelencia, funciona como marco intersubjetivo que sostiene y co- construye subjetividades y muchas veces permite que lo traumático no devenga en detención y desestructuración sino en enriquecimiento y mayor complejización psíquica. La especularidad intersubjetiva que aporta el grupo adolescente funciona como contención y aceptación de lo traumático, lo inexplicable, lo que causa angustia. Son experiencias compartidas que permiten que el adolescente no se sienta aislado .Le hace saber que hay otros significativos que transitan por los mismos caminos que él .El “yo soy” solo se adquiere en un ámbito intersubjetivo.
El otro social y cultural en la escuela: visiones y prácticas sobre la diferencia
Podemos decir que el tipo de relación que logremos construir con los adolescentes (asimilación a nuestras pautas y modo de ver el mundo , tolerancia , indiferencia , dialogo , confrontación ) dependerá del modo de entender la diferencia ,de cómo situemos a esos otros que la ponen en evidencia, si los consideramos inferiores , distintos, como amenazas , como interlocutores etc.
Muchas veces las representaciones sobre el otro que circulan en los conjuntos sociales, hacen que se creen estereotipos y prejuicios de parte de los docentes, no solo de clase y culturales, sino también de género.Prejuicios sobre los “otros” considerados como aquellos que no encajan, en el modelo de alumno abstracto: los llamados chicos problemas, los violentos, los pobres, los que provienen de familia que no se ajustan al modelo familiar nuclear.
“Ser diferente en la escuela, alude a variadas experiencias que llevan a sentirse expuesto, como señalados por un dedo invisible, que orienta las miradas de los demás hacia los diversos. Padecer esta carga , se convierte en algo doblemente significativo para quien la porta , por tratarse la escuela, de un marco institucional en el que la norma parece ser la homogeneidad . Esta marca, condiciona la mirada técnica de los docentes y anticipa el modo que asumirán las relaciones grupales que se establezcan dentro de la escuela”(Holstein)
La s clasificaciones de la diferencia no permanecen solo en el plano de las ideas o los discursos , sino que se expresan en actitudes y practicas de discriminación , negación , indiferencia , expulsión , tanto por parte de los agentes educativos hacia los alumnos , como de los alumnos entre si.
Desde mediados del siglo XX, la categoría bajo la cual se congregan los adolescentes alude a grupos que se reúnen en torno de una visión del mundo, de una cierta ideología, de una estética ( peinado , maquillaje , modo de vestir ) y del gusto por un determinado genero musical . Desde los históricos rockeros , pasando por los punks, heavies y góticos hasta los actuales , indies, ravers y floggers y los sugestivos emos , una vasta cantidad de agrupaciones se han conformado , reivindicando un postulado que mas allá de las diferentes expresiones que ha adquirido tiene igual connotación: la de manifestar la insatisfacción que les genera a los jóvenes el modo en que el mundo se presenta ante ellos.
Esto se debe a que la adolescencia, encuentra a los sujetos, particularmente movilizados y especialmente involucrados en una causa: la búsqueda de si mismo, de la propia identidad. Se trata de momentos de reorganización tanto de lo interno (sentimientos y pensamientos) como de lo externo (fundamentalmente la fisonomía).
Según Erickson , la adolescencia es un punto critico , necesario en el desarrollo durante el cual el sujeto acumula recursos de crecimiento , de recuperación ante la adversidad y de diferenciación respecto de los otros. Atravesarla, implica hacer frente a cambios internos que repercuten en la relaciones con los demás, los cuales resignifican la propia historia y acompañan la construcción de la identidad.
A su vez se va constituyendo y fortaleciendo el yo, lo propio, la identidad personal. Se toma distancia de las opiniones y los criterios de los padres para ir asumiendo los propios juicios y valoraciones, la propia mirada sobre el mundo que los rodea .El joven va tratando de responderse ¿quien soy? Y va abandonando el ámbito de lo conocido para ir al encuentro de los semejantes, con quienes puede sentirse en comunidad.
En este proceso los pares, amigos, compañeros de estudios, de salidas, o de actividades recreativas, pasan a ser mas importantes que los referentes familiares de la infancia.Destacan así ciertos rasgos y construyen una estética que los hace visibles, reconocibles con todo el resto del mundo: así es que algunos se visten de colores muy llamativos o del mas absoluto negro, escuchan música festiva estrenduosa y frecuencial, o bien eligen canciones melancólicas que hablan de la dificultad de vivir.
La consigna es reconocerse o ser reconocido, encontrarse con otros que le confirmen esa identidad en construcción.
El grupo es familia de transición donde se recrea el afecto los intereses y metas comunes. Los adolescentes se apartan de los adultos significativos, básicamente padre y madre y salen del ámbito familiar y conocido hacia el mundo exterior. Hacia un afuera lleno de desafíos y también de oportunidades, a través de los grupos van creando un espacio personal y social un lugar propio y un sentido de pertenencia, así es que comparten con otros y con estos otros se identifican, coinciden en su sentir y en su manera de pensar , constituyen comunidades emocionales, en las que buscan sentirse contenidos afectivamente y escapar de la desorientación y de la soledad.
La escuela: receptora de la problemática adolescente
En relación a lo desarrollado anteriormente y teniendo en cuenta que la escuela es la receptora de todos estos cambios y problemáticas adolescentes podríamos preguntarnos ¿Cuál es el lugar que debe ocupar la escuela, como contenedora del alumno y promotora del cambio?
Sabemos que las prácticas educativas, son formas particulares de interacción, parte fundamental de la mediación social necesaria, para apoyar y orientar el paso de los adolescentes a la vida adulta y su inserción como miembros plenos de la sociedad. Dentro de esas prácticas educativas, la educación escolar debe ser un contexto básico y el apoyo más relevante a la transición adolescente. La escuela debe actuar como un contexto fundamental en la formación por parte de los adolescentes de su autoconcepto y su identidad personal, de su autoestima y sus expectativas para el futuro. Debe tener un papel de contexto intermedio (transicional), entre formas de actuación propias de la etapa infantil y aquéllas distintivas del estatus adulto. Ofreciendo la posibilidad de ensayar y regular formas de comportamiento y habilidades implicadas en el ejercicio del estatus adulto.
Debe planificar de manera explícita su acción educativa, favoreciendo un proceso de “reconstrucción crítica” de informaciones e influencias que reciben los adolescentes. Pero hay algunos de los problemas muy serios de la sociedad actual: la violencia, las drogas y el sida, que encuentran entre sus victimas principales a estos jóvenes y la escuela secundaria, los ve pasar sin tener muy en claro que hacer con ellos.
No se debe perder de vista que la familia y la escuela debe ser el núcleo central de reencuentro con la posmodernidad y el lugar donde poco a poco se debe preparar a los jóvenes, para que se integren con confianza en la época que les toca vivir. Educar implica realizar un proceso de enseñanza – aprendizaje cuya función principal es la integración al mundo de la cultura. Si la escuela tiene, en parte, como misión la transmisión de la cultura, resulta evidente que la estructura sobre la que se asienta su organización es débil, debido a su incapacidad de dar respuestas a las demandas sociales, su tarea de construir el futuro queda relegada. Más aún si permanece anclada en el pasado, cuando sus miembros exigen vivir el presente.
La escuela debe hacer conocer el pasado, pero no puede perder en el presente la perspectiva de crear un futuro diferenciado. Parece que la misma, tal como está planteada es una institución inconciliable con la propuesta social actual. Se vive en constante cambio, mientras los valores y conocimientos transmitidos desde la escuela no pueden modificarse con igual rapidez. Estudiar y profundizar los contenidos requiere tiempo, dedicación y disciplina, pero el afuera acorta los plazos y nos mantiene desorientados a los docentes en la tarea de enseñar y aprender.
El sistema educativo debe transformarse profundamente desde sus raíces para responder a las demandas de los jóvenes, sin renunciar al deber ser de la escuela. Esto significa, “acercarse a él adolescente y demostrarle que interesa su realidad”. Muchos chicos sostienen que la escuela les aburre sobremanera y que, si se lo permitieran, la abandonarían. Rescatan como positivo el vínculo que establecen con los compañeros, el conocer a algún profesor que “les hace pensar” y “los escucha”, y algunas charlas informales sobre temas de actualidad. Rechazan el excesivo formalismo escolar y el hecho de estar muchas horas por día escuchando contenidos que hasta los mismos profesores creen caducos y donde se alienta la repetición y la memoria sobre la información, que por otra parte, se puede obtener fácilmente de una máquina con sólo apretar un botón.
El reto actual sobre la reforma de la escuela secundaria, para muchos docentes que se encuentran inmersos en este nivel educativo es grande. Las razones son diversas, ya que hay que hacer cambios radicales en muchos aspectos de su labor cotidiana, además de cómo se referenciaba anteriormente que enfrentan el hecho de que los adolescentes se encuentran inmersos en la dinámica de la Sociedad de la Información, que los involucra en un proceso globalizante sin una guía adecuada.
.
CONCLUSIÓN:
Para concluir puedo expresar que la escolaridad secundaria, ha desempañado un papel central en la constitución de los adolescentes como categoría y como grupo .Como resultado de las relaciones particulares establecidas en el ámbito escolar, se fue construyendo la identidad del alumno, bajo cuyas supuestas características de falta de autonomía, homogeneidad y universalidad, solían quedar opacadas las múltiples identidades juveniles. Dentro de la institución educativa actual las diferencias, irrumpen de modo inocultable.
Muchas veces los docentes, construyen en base a sus habitus (estructuras mentales a través de las que se percibe el mundo) representaciones de los alumnos, esto se produce a través de un sistema de percepción y valoración, en comparación con determinados tipos ideales, que traen como consecuencia una anticipación o predicción de comportamientos, y hace que la expectativa sobre el otro se pueda convertir en predicción.
Estas visiones y prácticas sobre el otro merecen ser objeto de reflexión constante en los distintos espacios de la institución escolar , de lo contrario la escuela puede perder de vista su propósito de igualadora de oportunidades, para transformarse en reproductora de prejuicios y discriminación .
Los adolescentes necesitan inclusión, pertenencia y reconocimiento, buscando una reducción de la incertidumbre y junto con ello necesitan convertirse en ellos mismos para poder constituir, su propia identidad. Por lo tanto, los adultos deben comprender el verdadero sentido de los vínculos establecidos por los adolescentes, para que alrededor de ellos no se creen mitos donde muchas veces la extravagancia que comunican se traduce en temor y desconfianza.
Teniendo en cuenta todo lo desarrollado anteriormente, podríamos plantearnos si somos capaces los adultos, en especial los docentes de lograr entender este fenómeno lleno de innovaciones, nuevos conceptos, nuevos códigos, que inciden inevitablemente en la vida de los adolescentes del siglo XXI.
A pesar del escepticismo que parece marcar la época actual, siento y estoy convencida de que la escuela es un espacio donde se pueden estimular cambios en la conducta del adolescente, y que el docente es el principal promotor. Siendo tarea fundamental de la escuela y sus actores generar puntos de encuentro y re-encuentro entre adolescentes y adultos brindandoles una mirada diferente frente al desaliento y descreimiento de una sociedad que supone un futuro desdibujado. Formando para la cultura del proyecto por sobre la del suceso, donde la esperanza y el progreso aún son posibles. Arraigándose en valores que se trasluzcan en la tarea cotidiana, haciendo que el adolescente no vea contradicciones en la cultura adulta, valores proclamados pero no practicados Consensuando discursos con testimonios, es tarea fundamental de la escuela y sus actores.
Por lo dicho anteriormente considero que es tiempo de encontrar caminos alternativos de solución, donde juntos podamos comprender y repensar la problemática del adolescente actual, y recrear la escuela desde una revisión de nuestra tarea docente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
BOIVIN, Mauricio, ROSATO, Ana, ARRIBAS, Victoria (comps), Constructores de la otredad.Una introducción a la antropología social y cultural. Buenos Aires, Antropofagia, 2004.
BRUNER, Jerome, La educación como puerta de la cultura. Madrid, Aprendizaje Visor, 1997.
CAFERELLI, C. “Tribus urbanas”.modos de construcción identitaria y de expresión social en adolescentes jóvenes”. En actualidad psicológica n 373.
CHAVES, Mariana,”La juventud en la escuela”. Trayecto Los adolescentes y las instituciones educativas”.Dirección de Psicología y Asistencia Social Escolar, Dirección General de Cultura y Educación, provincia de Buenos Aires, 2004.
DUSCHATZKY, SILVIA, Chicos en banda. Los caminos de la subjetividad en el declive de las instituciones. Buenos Aires, Piados, 2002
FEIXA, Carlos, De jóvenes bandas y tribus. Barcelona, Ariel, 1999
GRASSI, A.”Adolescencia ; trauma, identidad” en “Adolescencias: trayectorias turbulentas”.Rotter Hornstein , C.(comp.)Paidos .Bs. As.2006
LAPLANCHE, Jean PONTALIS, Jean, Diccionario de psicoanlasis. Barcelona, Labor 1971.
OBIOLS; Guillermo; DI SEGNI DE OBIOLS; Silvia, Adolescencia, Posmodernidad y Escuela secundaria. Buenos Aires.
OBIOLS; S.”Ser adolescente en la posmodernidad! En “Adolescencia, posmodernidad y escuela” Noveduc .Argentina. 2006
Romero, Claudia; La escuela media en la sociedad del conocimiento. Buenos Aires Novedades Educativas ,2004
No hay comentarios:
Publicar un comentario