Universidad Nacional de Lomas de Zamora
F A C U L T A D D E C I E N C I A S S O C I A L E S
Cátedra: Diagnóstico de las dificultades del aprendizaje
Tema: “Los problemas educacionales
Significativos de nuestro tiempo”
Profesores:
Profesor titular: Prof. Lic. Nélida A. Moschetto
Profesor Asociado: Prof. Lic. Gustavo E. Arriondo
J.T.P: Prof. Psp. Andrea Aloi
Alumnas:
Calveyra Noelia Belén DNI: 33.386.251
Guerra Lucía Isabel DNI: 27.104.710
Segundo Cuatrimestre del 2010.
INTRODUCCIÓN
El sujeto histórico no está determinado en su totalidad por las estructuras sociales producidas históricamente sino que también se incluye en el interior de las instituciones donde cada sujeto construye su identidad en su relación con otros, y es allí cuando encontramos la diversidad que caracteriza a los sujetos sociales.
En relación a esto deberíamos pensar que las aulas son espacios en donde alumnos, cada uno de ellos con sus vivencias particulares, convergen todos los días para adquirir conocimientos y formarse para mejores posibilidades. Y todo ello, en el marco de un tiempo particular en el que vivimos: la posmodernidad, tiempo de inconstancias, inestabilidad…
Estas variables se entrecruzan incidiendo en los problemas educacionales. Consideramos además que es necesario no olvidar primeramente tener una concepción global, que tenga en como referencia los diferentes factores propuestos por Sara Paín que inciden en las dificultades de aprendizaje.
En primer lugar, la posibilidad de que un niño tenga dificultades de aprendizaje escolar, puede estar motivada por la estructura educacional, ya que el aprendizaje escolar se diferencia, al estar mediado por un docente que expresa en su metodología un planeamiento que responde a los objetivos de un sistema educativo dado. Entonces, puede existir una patología de aprendizaje que sea independiente del niño y producto de una mala transmisión del mensaje educativo, desde fallas del docente, de la metodología de planeamiento, contenidos inapropiados o dificultades que engloban a todo el sistema escolar. Esto será desarrollado en un apartado sobre el encuentro entre los saberes previos de los niños y los saberes escolares.
Por otro lado, ya no podemos apartarnos de muchas problemáticas actuales que influyen en la educación; niños que trabajan para ayudar a sus familias, alumnos que dejan la escuela por desinterés, por el propio trabajo, por la droga, alumnas embarazadas, que por la pronta maternidad deben postergar, o incluso abandonar los estudios, la violencia juvenil y familiar…problemáticas como estas las abordaremos en el apartado sobre el encuentro entre la diversidad cultural y la escuela.
DESARROLLO
LOS PROBLEMAS EDUCACIONALES SIGNIFICATIVOS DE NUESTRO TIEMPO.
A la hora de encontrarnos con un niño con dificultades de aprendizaje nos parece fundamental tener en cuenta que se debería partir del reconocimiento del sujeto en su interacción constante con el medio, tener en cuenta las restricciones a las que ha sido sometido en sus aprendizajes iniciales y la pérdida por el uso y conquista de los mismos que muestran a medida que crecen.
Para abordar de una manera global los problemas educacional decidimos como punto de partida, tener en cuanta los cuatro factores que propone Sara Paín: Factores orgánicos – es necesaria la integridad anatómica y el funcionamiento de los órganos para el despliegue de los esquemas de acción en el aprendizaje; factores específicos –trastornos en el área de adecuación perceptivo-motora-; factores psicógenos- el no aprender como inhibición o síntoma junto con condiciones orgánicas y ambientales que faciliten ese camino- y por último factores ambientales- refiere al entorno material del sujeto, las posibilidades que brinda el medio,, aspectos del barrio, vivienda, canales de cultura, no define solo la clase social sino también la coincidencia con la ideología y valores de un grupo-.
Estos factores deben tenerse presentes a la hora de profundizar en las siguientes problemáticas a desarrollar porque el éxito o el fracaso en el aprendizaje son el resultado del entrecruzamiento de múltiples factores que se entrecruzan –contexto social y ambiental, factores psicológicos y didácticos-. Es fundamental no caer en reduccionismos, tomando al niño como totalidad
El encuentro entre los saberes previos y los saberes escolares
La escuela ha ido cambiando sus métodos y contenidos para intentar una mayor retención escolar. La escuela considera que el alumno no sabe nada, que viene a recibir conocimientos, de allí que intentando orientar su desarrollo, fracasa; pues se esfuerza por enseñar sin preguntarse quién es el sujeto que aprende y cuáles son los conocimientos que ya tiene al llegar a la escuela. En lugar de promover el interés, la escuela no se ofrece como lugar de enriquecimiento cultural y promoción de inquietudes. El actor principal de este drama, el niño, pierde interés y autonomía en sus aprendizajes y, sino hay un ambiente cultural externo a la institución escolar que lo estimule, el sistema lo abandona y elige desarrollar sus capacidades a través del mundo laboral. En la escuela de hoy, es el adulto que transmite todo como sabido y no promueve pensadores activos que se interesan por los descubrimientos.
Es entonces importante revisar la concepción de aprendizaje que tiene el docente, si permite actos creativos en el alumno, si hay una excesiva rigidez en las planificaciones -acelerándose así el proceso de aprendizaje por encima de la realidad del curso- ; la relación entre alumno y docente, si es una situación afectiva. Si la metodología es enciclopédica y coloca al niño en una postura pasiva sin promover la emancipación.
Es interesante citar a Rosbaco Inés[1] quien propone el concepto de “desnutrido escolar” para hacer referencia a los problemas de aprendizaje “reactivos” con raíces en el sistema educativo o bien en la relación docente-alumno. El desnutrido escolar a diferencia del niño con problemas de aprendizaje-síntoma -que tiene un <atrape> de la inteligencia por deseos de orden inconsciente que determinan el rechazo por el conocimiento-; pudo desear aprender pero no se le proveyó de situaciones de aprendizaje que lo hicieran posible. Con respecto al diagnóstico, estos niños son rotulados de deficientes mentales, por lo que, un tratamiento psicoterapéutico o psicopedagógico puede consolidar el rótulo. La autora propone espacios pedagógicos grupales, donde el niño reconstruya el espacio de confianza dañado para desplegar la confianza y el deseo de aprender. Lo mismo sucede por ejemplo, con la dislexia, se diagnostica y se indica un tratamiento. Pero como se afirma en “fracaso escolar y lectoescritura” [2] se debería hacer un esfuerzo por distinguir entre los niños cuya inhabilidad está relacionada con componentes del proceso de lectura y niños que son pobres lectores por impedimentos que no están solo relacionados con la lectura.
La participación en el aprendizaje, la confrontación de pareceres no caracterizan nuestra modalidad educativa, no se estimula el intercambio y la diversidad, solo se tiende a la homogeneidad, esto nos lleva a plantear el siguiente apartado.
El encuentro entre la diversidad cultural y la escuela.
El empobrecimiento progresivo de la población, que lleva a un ingreso cada vez más temprano de los niños al mundo laboral, los altos costos de la escolaridad que restringen la capacidad adquisitiva de las familias para solventar los gastos que requiere la concurrencia a la escuela, requieren de una urgente solución previa sobre modificaciones psicopedagógicas o curriculares. Estos son algunos de los factores más importantes que determinan el fracaso escolar de nuestra población infantil. Diagnosticar la relación entre nivel socio-económico y fracaso escolar no es difícil, lo que sí es motivo de discusión es la forma en que el medio determina esta situación y la responsabilidad del sistema educativo en el mantenimiento de las dificultades. Por lo tanto, no es el medio solamente el responsable sino la imposibilidad de la escuela de adaptarse a las diversidades culturales de la población a la que debe atender. Entonces, no son solo los factores ambientales los que influyen en los problemas educacionales. La escuela tampoco resuelve las dificultades de medios desaventajados sino que las acentúan. Es necesario asistir a una reconceptualización del fracaso escolar desde una perspectiva pedagógica y aceptar que ni todos los chicos llegan iguales a la escuela ni todos reciben lo mismo de ella. La mayoría de los fracasos escolares son producto de la relación entre el niño y la escuela.
Es innegable que los aspectos educativos generan una patología de aprendizaje que, al igual que los socio-culturales, cubren una gran parte de los trastornos de presunta base orgánica o psicológica, solo con una profunda discusión en torno al sistema educativo y su relación con la comunidad se podrá convertir una escuela generadora de problemas en una escuela atenta a prevenirlos y solucionarlos.[3]
A partir de estas situaciones descriptas será necesario tener en cuenta también otros problemas relacionados:
El encuentro del lenguaje concreto con la palabra en la escuela.
El mundo ha perdido posibilidades de simbolización, es decir, de acuerdos, de proyectos, que es lo que el hombre sea distinto del animal. Es un mundo desimbolizado, en el sentido de que vale más la acción que la palabra. La palabra está devaluada, nadie cree en ella, entonces lo que sucede son acciones agresivas, desconcertantes. [4]
La escuela es el lugar donde aparecen las distintas manifestaciones de problemas que tienen su origen en lo social y están relacionadas a la violencia. Así podemos partir del maltrato infantil el cual abarca tanto el abuso infantil, psíquico como también la negligencia. Se relaciona con todas las clases sociales, políticos, morales y de todos los credos, además se cometen en el ámbito familiar y se relacionan con ello personas vinculadas a este. Hay distintas formas o manifestaciones del maltrato (abuso Físico, abuso sexual, abuso emocional o psicológico, Negligencia-es la falta intencional o no de los cuidados necesarios para cubrir las necesidades básicas de un niño-).
La intervención profesional se basa en la detección en primera instancia por la maestra, personal auxiliar, que pasan a informar al equipo directivo, si hubiera Equipo de orientación Escolar, este es el que lleva el seguimiento del caso y propone diferentes intervenciones, de no ser así es el equipo directivo junto con inspectores. En los casos más graves o donde se agotaron todos los recursos se hace uso de la justicia. En primera instancia se decide la intervención de un Equipo Interdisciplinario, donde hay tres especialidades básicas representadas: Clínica Pediátrica, Psicopatología y Servicio Social. La función de este equipo es iniciar el proceso diagnostico. El maltrato infantil nos enfrenta a una situación compleja de abordar, donde los padres tratan de ocultar el verdadero origen de la enfermedad, por ello para llevar a cabo este abordaje se requiere de un equipo multidisciplinario con pediatras, psiquiatras, psicólogos, asistentes sociales y una organización legal acompañante.
El maltrato es un ejemplo de cómo el mundo cotidiano se ha vuelto volviendo violento, donde el modo de interacción es la acción y se expresa la frustración violenta. Moffat[5] parte de la hipótesis de que las conductas violentas en los adolescentes fueron aprendidas de los adultos, así propone factores que determinan esa violencia como la estructura familiar en crisis y con ella el alcoholismo y la violencia, la crisis social y su modelo individualista; la historia reciente con la dictadura a militar, la desocupación, la corrupción, la violencia en los medios de comunicación, el negocio de las drogas. Las situaciones angustiantes dan lugar, en la adolescencia, a un comportamiento donde la angustia se expresa a través del mundo corporal. La escuela, lugar de lo simbólico se encuentra con estas problemáticas, pero ella; lugar organizado para el mundo simbólico se topa con una población incluida en el mundo violento. Es una tarea difícil para el sistema educativo, sino cambia su metodología tradicionalista, y dar lugar a la palabra, a la participación, a la confrontación de pareceres, el alumno no es un sujeto pasivo en el cual se deben depositar los conocimientos, no debe mantenerse inmóvil, es el docente el que debe permitir entonces abrir puertas al conocimiento.
También, la sexualidad es otro problema que se expresa a través de lo concreto. Los sujetos pasan de un mundo imaginario infantil a uno real, se exige el contacto con otros. Esto sumado al precio de ser adolescente en la postmodernidad. Este contexto actual, inmediato y fluido, genera un fenómeno particular y es el de proponer a la adolescencia como un modelo social. A partir de esto se “adolescentiza” a la sociedad misma. Para entender este concepto debemos remitirnos al modelo de adolescente de la modernidad, que refiere a la aspiración de llegar a ser adulto, aun cuando se tuviera nostalgia de la niñez. El modelo adulto era fuerte para la modernidad. Hoy si pensamos a la adolescencia, nos encontramos, con adolescentes que ocupan grandes espacios en tanto podemos ver como los medios de comunicación de manera violenta, los consideran como un público importante, a esto se suman las empresas que se abren un vasto mercado y generan toda clase de productos para ellos, algunos de los problemas más serios de la sociedad actual: violencia, las drogas y el sida los encuentra entre sus víctimas principales y la escuela secundaria los ve pasar sin tener en claro que hacer con ellos. Pero sobre todo aparece un modelo de adolescente a través de los medios masivos de comunicación en general y de la publicidad en particular. Este modelo supone que hay que llegar a la adolescencia e instalarse en ella para siempre. Define una estética en la cual es hermoso lo muy joven y hay que hacerlo perdurar mientras se pueda como se pueda. Para acércanos a entender esta problemática tan compleja es necesario que partamos desde la familia. La primera enseñanza, la de los padres, es siempre sexuada; paralelamente la escuela desexualiza-anula y refuerza. Excluye la sexualidad de los docentes y con esta la del alumno.
Como mencionamos anteriormente esta problemática aparece en la escuela y se manifiesta a través de distintos aspectos, que se encuentran inter- relacionados entre: Violencia –las ideologías han desaparecido y se constituyen al azar-; falta de autoridad, duelo por los padres de la infancia –los adolescentes deben confrontar las imágenes infantiles con lo real, deben romper con la idealización de sus padres-; duelo por el cuerpo perdido - el adolescente posmoderno deja el cuerpo de la niñez pero para ingresar de por si en un estado socialmente declarado ideal. Pasa a ser poseedor del cuerpo que hay que tener-; y la identidad sexual -la adolescencia fue considerada desde que se la tomo como objeto de estudio, una etapa de búsqueda de la propia identidad sexual, esto sumado a otros fenómenos sociales hicieron que: los sexos dejen de estar rígidamente establecidos en su aspecto externo y roles a cumplir. La adolescencia y los duelos que conlleva son traumatizantes para los sujetos.
Si a esto sumamos que lo que refuerza la escuela es el ocultamiento, la desmentida y la omisión de la sexualidad. Ya que en la educación existe una concepción dominante, presente también en la sociedad, respecto a la identidad y comportamientos esperables en hombres y mujeres, estas diferencias por partes se presentan como evidentes, naturales y esta aparente naturalidad es una forma de tipificar a los individuos, según su pertenencia a un género
Por estas razones es necesario de que manera la institución está atravesada por la sexualidad, mas allá del espacio autorizado de la educación sexual. La intervención pedagógica: remite a transmitir y brindar información actualizada, veraz y rigurosa sobre la sexualidad humana, desde una perspectiva generalmente biológica. Incorpora en algunos casos también una visión desde Psicología Evolutiva, la Psicología y la Sexualidad infantil, la adolescencia y la anticoncepción como prevención de embarazo adolescente, y atiende asimismo componentes de índole social componentes de índole social. Es necesario plantear la construcción de un espacio de intervención e interrogación analítica. La información es transmitida de manera técnico-científica, se trata al cuerpo de manera objetiva eliminando al sujeto. En cambio una intervención analítica supondría una apertura acerca del contenido temático, de los sujetos destinatarios del mismo.
Por último, podríamos incluir el tema en relación a la Prevención del HIV/SIDA, nos preguntamos; ¿Cómo puede hablarse de SIDA, cuando no se ha hablado de sexualidad? Por lo tanto se deberían atender los mandatos prohibitivos presentes en la subjetividad con las campañas basadas en el temor, la represión y la sanción moral. A esto, hay que agregar la necesidad de información en relación a la problemática del SIDA, y la consecuencia del temor a la relación sexual y la inevitable asociación de la sexualidad a la muerte que es esto lo que a nivel imaginario supone.
CONCLUSIÓN
El contexto actual, hoy se presenta en constante cambio. Como la posmodernidad se plantea líquida, fluida e inmediata. La cultura del zapping se apodera de la conciencia para moldear los cuerpos y generar subjetividades robotizadas, sin fronteras, inconstantes, inhibiendo todo lazo posible de solidaridad.
La escuela se hace cargo de estas nuevas subjetividades, pero con una mirada atrasada de más de cien años atrás, lo que hace que todas estas nuevas formas de ser se tornen inexplicables y se niegue la posibilidad de intervención.
Para entender estas manifestaciones, es necesario partir de una mirada transdisciplinaria que es la que brinda una gran gama de herramientas y sumar la idea de un sujeto, histórico, político, social y cultural, en el cual se imbrican estos factores. Ya que, no se puede responder a un ser humano desde teorías simplistas, por la magnitud de su complejidad.
A lo largo de la realización del trabajo pensamos en determinadas variables significativas de este contexto social, plagadas de las mismas características de la posmodernidad y hemos podido demostrar como se vuelven problemas educacionales al colisionar con los modismos de la escuela.
Entonces, si hoy nos encontramos con una pura realidad como pudimos reconocer en los diferentes problemas que identificamos y no hay posibilidad de significarla, corremos el peligro de que aquella se imponga, y conmocione a los sujetos dificultando el ingreso a la cultura. Por eso concluimos que somos los adultos quienes debemos cumplir la función de preservar al niño ejerciendo nuestro papel como mediadores de la realidad ofreciendo referencias, los significados que le permiten al alumno construir su diferencia, que es su propia palabra.
BIBLIOGRAFÍA
ü Paín Sara; “diagnóstico y tratamiento de los problemas de aprendizaje, Ed. Nueva Visión.
ü Tallis, J. y otros; “dificultades en el aprendizaje escolar”; Miño y Dávila editores; Bs. As.; 1995:
Schlemenson Silvia: “Enfoque Psicopedagógico”, Tallis J.: “Factores socio-económicos culturales: escuela y diversidad cultural”; Tallis J.-Fasce Jorge: “Factores educacionales: la escuela como generadora de dificultades”.
ü Kosbaco Inés; “El desnutrido escolar”; Homo Sapiens ediciones; rosario; 2000.
ü Lus María Angélica; “Fracaso escolar y Lectoescritura”; Ponencia UNESCO; Bs. As.; Argentina.
ü Moffat Alfredo; “Terapia de Crisis: La emergencia psicológica; capítulos: “El docente en riesgo” “Violencia Juvenil”; RS talleres gráficos; 2007.
ü Zelmanovich Perla; Una introducción a la educación en tiempos de crisis. Dussel, I. y Finocchio S. (comp.) “Contra el desamparo” Enseñar hoy. Fondo de Cultura Económica. Buenos aires 2003.
ü “Guía de diagnóstico y tratamiento”; Hospital de niños de Buenos Aires Ricardo Gutiérrez; Cap. 2; Edición 1999.
ü Obiols G. y Obiols S.; “adolescencia, posmodernidad y escuela secundaria”; Cap. II; Ed. Kapelusz; Bs. As.; 1995.
ü Menin Ovide (coord.); “Problemas de aprendizaje ¿Qué prevención es posible?; Homo Sapiens ediciones.
ü www.eliceo.com/opinion/como-solucionar-los-problemas-educacionales-actuales.html
[1] Rosbaco Inés en “El desnutrido escolar”, Homo Sapiens Ediciones, Rosario, 2000.
[2] Lus María Angélica; “Fracaso escolar y Lectoescritura, análisis desde una perspectiva pedagógica”; Ponencia UNESCO; Buenos Aires; Argentina.
[3] Tallis, J y otros; “Dificultades en el aprendizaje escolar”; Miño y Davila Editores; Bs. As.; 1995, Pág. 133.
[4] Moffat Alfredo; “Terapia de Crisis: La emergencia psicológica; capítulo: El docente en riesgo”. Pág. 117.
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